3 diciembre 2020 | BYHelp-Mediagroup
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La iniciativa BYPOL ha recibido nuevas pruebas documentales de la vida de los «héroes» y su «presidente». Esta no es la primera filtración de vídeos de las cámaras corporales de los agentes.
En el vídeo están reflejados los hechos de la ya legendaria «Marcha de la Nueva Belarús», que tuvo lugar el pasado 23 agosto. Precisamente ese día el mundo vio las imágenes en las que Lukashenko primeramente volaba en helicóptero, y después corría con una ametralladora en las manos acompañado de su hijo menor de edad vestido con una equipación militar completa.
Lukashenko llegó para «dispersar» personalmente a los manifestantes, aunque es cierto que esto ocurrió en el momento en el que las 100.000 personas ya se habían ido, y junto al Palacio de la Independencia solo quedaba un puñado de participantes y una gran cantidad de agentes de la ley en sus posiciones.
A juzgar por el vídeo, los agentes de la formación no reconocieron a Lukashenko inmediatamente, y quedaron estupefactos (lo cual se observa por el uso de palabras malsonantes en el vídeo) no solo a verlo llegar a él armado, sino también a su hijo Mikalái con una pistola y uniformado. En su conversación, los antidisturbios llaman a Lukashenko por su nombre en clave «Vostok» [«Este» – Nota de la traductora].
Precisamente el 23 agosto, Lukashenko fue muy generoso en sus palabras de agradecimiento a sus «protectores», los llamó «hermosos» y les prometió que no quedaría en deuda con ellos por la «hazaña» que habían realizado (en el reportaje de la televisión belarusa, por cierto, esta frase la cortaron). A los manifestantes, por otro lado, los llamó «ratas».
Ya para entonces se sabía sobre los miles de detenidos, las palizas, las violaciones por parte de los agentes de seguridad contra la población civil pacífica. En las cárceles había habido torturas, heridas graves y palizas durante las detenciones. Había habido víctimas mortales y varias personas fallecidas en circunstancias poco claras.
A día de hoy, 3 diciembre, desde el comienzo de las protestas tras las elecciones presidenciales de Belarús el 9 agosto, en el país han sido detenidas alrededor de 31 mil personas.
A la presente, 146 personas están reconocidas como prisioneras de conciencia.