Conversación franca con el asesor Franak Viachorka
11 diciembre 2020 | Maria Meléjina, KYKY
¿Se presentará Tsikhanouskaya como candidato en las nuevas elecciones? ¿Cómo le va con Rusia y por qué la correspondencia con la administración de Lukashenka se ha vuelto «grosera»? ¿De qué medios vive Tsikhanouskaya en Lituania? Hoy en kyky, por todo el equipo de Sviatlana habla su asesor de política exterior Franak Viachorka.
«¿Dónde están todos? ¿Por qué no en el trabajo?»
KYKY: Usted era una de las figuras clave en la sede de Miliankevich en 2006; en aquel entonces tenía sólo 18 años. Y hoy tiene 32 años, y es asesor de Tsikhanouskaya. Su padre era líder del Frente Popular Belaruso. Resulta que toda su vida adulta ha estado intentando cambiar la situación en el país. ¿Cuándo se dio cuenta de que todo iba mal con la democracia en Belarús?
Franak Viachorka (FV): Mis padres antes luchaban contra el régimen soviético: mi padre estuvo en los orígenes del movimiento clandestino antisoviético en los años 80. Por lo tanto, desde una edad temprana mi vida transcurrió entre luchas, no tenía otra opción. La primera vez que me detuvieron fue a la edad de 13 años, escribí la palabra «elige» en una pared. Precisamente fueron las elecciones de 2001. Luego me detenían por volantes, y el primer encarcelamiento fue ya a los 18 años. Había pasado «días» (días de aislamiento preventivo por causas administrativas – NDT) muchas veces. Luego vinieron la expulsión de la universidad, interrogatorios, palizas. Tuve la «suerte» de pasar por muchas cosas, pero nunca ha habido una ola de violencia y terror como la de 2020. Sí, en mi vida no he visto a otro presidente, excepto a Lukashenka, pero creo que estamos cerca de que pronto todo cambiará.
Franak Viachorka se graduó de la Universidad de Varsovia en Polonia y en la Universidad Americana (Washington D. C.). Estudiaba en la Universidad Estatal de Belarús, pero fue expulsado y tuvo que hacer la mili. Es técnico de comunicación internacional. Uno de los fundadores de los proyectos «Art Siadziba», «BNR-100» y campaña «Hodna» (Válido). Hace poco abandonó Minsk. Trabajaba como redactor en «Radio Svaboda», técnico de estrategia de la agencia estadounidense de medios de comunicación globales (USAGM). Ejercía las funciones del presidente Digital Communication Network y era experto invitado de Atlantic Council.
KYKY: ¿Cómo usted llegó a ser el asesor de Tsikhanouskaya? ¿Bajo que circunstancias? ¿Cuáles son sus responsabilidades?
FV: Después de las elecciones, cuando estalló la primera ola de violencia, me fui a Kiev. Y ya allí contacté con la sede de Tsikhanouskaya y ofrecí mis servicios: podría ser útil en la política exterior. Me respondieron, dijeron, ven a Lituania, ya veremos. Sin ningún dato específico. Y vine. Reuní un equipo fuerte y comenzamos a elaborar un programa internacional. El equipo incluye a ex periodistas, analistas, diplomáticos. De hecho, hoy operamos como un Ministerio de Asuntos Exteriores en toda regla. Hemos establecido contactos con 21 países. Pero ahora delego cada vez más competencias y paso cada vez más tiempo con Sviatlana en diferentes reuniones, entrevistas, negociaciones. Y nunca dejo de admirar a esta persona. Su fuerza, su carácter.
KYKY: Admítalo, ¿está un poco enamorado de ella?
FV: No. Estoy simplemente encantado, como muchos belorusos que creyeron en ella. El equipo incluye hoy a personas ideológicamente heterogéneas: y de izquierda y de derecha. Pero todos unidos bajo la bandera de Tsikhanouskaya, como antes ocurría con la sede triúnica. Tuvimos suerte con nuestra líder.
KYKY: ¿Cómo comienza y como pasa el día de Sviatlana Tsikhanouskaya?
FV: Ella es muy exigente. Llega a la oficina una de los primeros e inmediatamente escribe en el chat: «¿Dónde están todos? ¿Por qué no en el trabajo?» (se ríe). Aproximadamente a las 9 am se toma un café con la sede y habla sobre las noticias del día anterior: cuántos fueron detenidos, quién necesita apoyo. Y luego comienzan las reuniones y las llamadas. La agenda es muy ajustada: para una reunión, de 15 a 30 minutos. Tiene programados hasta 15 eventos por día. E incluso en casa, ella siempre está en contacto. No sé de dónde saca su fuerza y energía para un ritmo tan frenético. Ella responde simplemente: «Quiero volver a casa lo más pronto posible».
KYKY: La acompaña usted a todas partes. ¿Cree que Sviatlana no se corta, se relaciona de igual a igual con los políticos tan grandes como Merkel, Macron? ¿Cómo va la preparación para las reuniones?
FV: Simplemente ella tiene un mundo interior diferente. Para ella, ya sea Macron, Merkel, Bahinskaya o una maestra, un trabajador regular son simplemente personas. Sviatlana no está impresionada por el estatus, los títulos. Su único deseo es ayudar, salvar. Y eso sin fingir. Durante la reunión con Macron ella se mantuvo simple y segura. Macron parecía más emocionado. O en la reunión con el Primer Ministro de Eslovaquia. Al principio hubo cierta tensión y nervios, y luego el Primer Ministro le dijo: «Mi inglés no es muy bueno, así que hablaré eslovaco con usted». Y Sviatlana comenzó a responderle en belaruso a su eslovaco. Hablaron así y luego pasaron al inglés, eso fue gentil. O hubo una situación en la que, mientras hablaba con un político reconocido, ella dijo: «Dejemos la diplomacia. Dígamelo tal cual». Y en este «dígamelo tal cual» está la esencia de Sviatlana. En eso está su fuerza. Sabe cómo hablar de forma sencilla y en mismo nivel con las personas, independientemente de su estatus. Ella es una política que se comporta como una persona normal. Y eso es lo que la distingue de los demás.
KYKY: Pero las reuniones de tan alto nivel presuponen el cumplimiento del protocolo oficial. ¿Ocurre que alguien se olvidó de algo, se fue al lugar equivocado o algo parecido? ¿Alguna incomodidad?
FV: El protocolo es algo complicado. Por ejemplo, cuando viajamos a Alemania, no estaban permitidas otras reuniones hasta que Sviatlana se reuniera con Merkel. Lo exige el protocolo. Además, es importante saludar correctamente, sentarse en el lugar correcto. Por lo tanto, si es una reunión de alto nivel, por ejemplo, con el presidente o el canciller, se realiza una mini capacitación para cada invitado. Y no hubo una sola reunión en la que Sviatlana no tuviera aspecto adecuado o cometiera algunos errores. Lo único, a menudo se preocupa por llegar tarde y también por los guardias, para que todos estén comidos, nadie se quede olvidado.
KYKY: Qué se puede decir, es una madre. ¿Cómo tratan en general a Sviatlana en Occidente?
FV: De una manera muy cálida, fue aplaudida incluso por partidos competidores en el parlamento de Alemania y Suecia. Pero en Occidente, Belarús se percibe más como una idea, no como un país. Hoy todo el mundo quiere ser un poco belaruso. Personas que están dispuestas a correr riesgos por su propia dignidad y el futuro de su país. En Europa no hay dictadura. Y cuando Sviatlana habla de los muertos, de las torturas, eso causa un revuelo. Y da una idea de los valores de la democracia y de lo fácil que es perderlos. Los eventos en Belarús son una buena lección para todo el mundo.
KYKY: Guardias, cortejos, incapacidad para moverse de forma libre, ¿Sviatlana lo da por sentado o no le gusta realmente?
FV: Los guardias viven con ella en la misma casa y bajo el mismo techo. Y Sviatlana no puede salir a la tienda sola, ni a pasear con los niños, pero lo acepta con cierta resignación. Aunque está claro que a ella no le gusta.
KYKY: ¿De verdad? ¿Va sola a la tienda y al mercado?
FV: Sí, ella misma va de compras. Pasea con los niños. Por supuesto, la custodia 24/7 roba la privacidad. Y en la calle la gente la reconoce constantemente, le piden fotos o firma. No tiene la oportunidad de estar sola, siempre está bajo supervisión.
«Incluso Lukashenka es incapaz de darle legitimidad a Voskresensky»
KYKY: Tsikhanouskaya en la primavera de 2020 y ahora ¿son dos personas diferentes? ¿Qué ha cambiado drásticamente en ella?
FV: Se convirtió en una verdadera política. En seis meses, se reconstruyó al 100%, aprendió retórica y diplomacia. Probablemente ya no podrá ser la persona que era antes.
KYKY: ¿Cree que quiere continuar su carrera política?
FV: Estoy seguro de que lo hará. Quizás ahora ella simplemente no entiende eso. Pero de ella se tienen expectativas muy altas. La política no es un hobby. Cuando se confía en ti, debes realizar lo que comenzaste. Y Sviatlana tiene un mayor sentido de la justicia y una gran responsabilidad. Y nunca dice lo que no podría cumplir.
KYKY: ¿Tsikhanouskaya participará en las nuevas elecciones como candidata?
FV: Quizás, aunque la sola idea de participar en las elecciones la asusta. Pero incluso si no será candidata, creo que Sviatlana seguirá participando activamente en la vida política del país durante muchos años. Ella seguirá siendo para siempre un símbolo de Belarús.
KYKY: ¿No teme que tan pronto como llegue el momento con el nombre en clave «el viejo se fue volando en el helicóptero», comenzará de inmediato la distribución de gabinetes, y Tsikhanouskaya simplemente será eliminada del proceso?
FV: Nadie puede dar garantías, pero Tsikhanouskaya seguirá siendo la persona clave hasta que se anuncien los resultados de las nuevas elecciones. Hoy es la única presidenta de Belarús legítima. Millones de belarusos votaron por ella. Y nadie podrá excluirla de este proceso. Si no hay Tsikhanouskaya, no habrá negociaciones con las así llamadas autoridades. Voskresensky puede celebrar aunque sea un millón de mesas redondas, pero mientras no haya en ellas miembros clave del Consejo de Coordinación encabezados por Tsikhanouskaya, esas mesas son pura simulación. Nadie reconocerá tales negociaciones como legítimas. Ni siquiera Lukashenka es capaz de darle a Voskresensky esta legitimidad hoy.
KYKY: Vitaly Kryuko, Voskresensky… ¿Qué piensa usted de ellos? ¿Los considera traidores?
FV: No sé qué motivos tiene esta gente. ¿Son traidores? ¿O están doblegados? ¿O están en una misión? Descubriremos sus motivos más tarde.
Pero, probablemente, todos quien aceptan jugar con el régimen cuando a la gente la golpean, la torturan, les meten en las cárceles, son traidores. ¿De qué otra manera lo llamarías? Y no hay perdón ni explicación a su actuación. Admiro a Víktar y Eduard Babaryka, a Maria Kalesnikava y a todos los que se negaron a jugar a estos juegos.
KYKY: Si todos los presos políticos son puestos en libertad, incluido Siarhei Tsikhanouski, ¿cómo evolucionará la situación? Siarhei puede salir siendo una persona completamente diferente: de otra imagen y de un retórica diferente a la de su esposa.
FV: Por supuesto, mucho depende de Siarhei, pero creo que no tendrá otra opción sino apoyar a su esposa y unirse al equipo de Tsikhanouskaya. Ella ahora es la líder y representante legítima del pueblo belaruso. E incluso los grandes personajes con los que comenzó la revolución en Belarús tendrán que apoyar la campaña de Tsikhanouskaya hasta las nuevas elecciones.
KYKY: Existe una opinión de que hoy en día se están tejiendo intrigas en torno a Tsikhanouskaya. Dicen que está dirigida por asesores y consultores extranjeros. Y la utilizan como una moneda de cambio. ¿Qué piensa sobre esto?
FV: Es imposible conducir a esta mujer. Basta ver cómo distribuye las tareas, edita sin piedad los textos. Puede gritar a voces. Sí, mucha gente no entiende su fenómeno. Una persona de la nada en seis meses entró en todos los tops y ránkings de las personas más influyentes del mundo. Esto sorprende a muchos, por lo que se construyen teorías de conspiración. Y su ejemplo vuelve a confirmar que un político no es solo un programa y conocimientos, también es caer en una ola de expectativas. Si antes a muchos les parecía que los belarusos necesitaban mano dura y Lukashenka, hoy la gente ha reinventado la realidad. Belarús necesita autoorganización, autogobierno, un presidente con poderes únicamente representativos y un parlamento diverso.
KYKY: Es decir, ¿está a favor de una república parlamentaria y no presidencial?
FV: Exactamente. Belarús debería convertirse en una república parlamentaria. Y debería haber una clara división de poderes de Estado.
KYKY: Dijo que Tsikhanouskaya puede gritar a voces. No puedo creerlo, ella siempre habla con tanta calma y sin prisa.
FV: Habla con calma y despacio, pero si no está de acuerdo con algo o no le gusta algo, puede levantar la voz.
KYKY: ¿Gritar, de verdad? ¿Cuándo fue la última vez que pasó?
FV: Pues cada día (se ríe). Por tanto, estoy seguro de que en cualquier profesión ella podría ocupar un puesto directivo. Sviatlana entiende muy bien a la gente y sabe explicar su posición. Y si no está segura de algo, no lo dirá ni lo hará.
KYKY: ¿Quién paga los viajes diplomáticos de Tsikhanouskaya?
FV: El apartamento y los guardias son proporcionados por Lituania. Los viajes corren a cargo de las partes anfitrionas. Por ejemplo, la visita a Dinamarca fue pagada por la revista Politiken, que entregó a Sviatlana el Premio de Libertad. La visita a Polonia, por una de las universidades donde Tsikhanouskaya dio la charla. En Viena, los costos fueron cubiertos por los organizadores de la conferencia sobre la agenda de Europa del Este.
Sviatlana no recibe ningún dinero de los gobiernos de otros países. También hay patrocinadores, incluidos los empresarios belarusos, que patrocinan la sede en Lituania. Y solo hace poco se ha hecho posible pagar algunos salarios a los empleados. Antes todos trabajaban gratis.
KYKY: ¿Tiene Sviatlana Tsikhanouskaya derecho a un salario?
FV: Sí, ella también hace poco comenzó a recibir un salario. Pero esto no es mucho dinero.
KYKY: Poco es ¿mil euros, diez mil euros?
FV: Es el salario medio en Vilnius, que ronda los 1.200 euros al mes.
KYKY: ¿Quién inicia las reuniones con los jefes de estado: la sede de Tsikhanouskaya o las partes anfitrionas?
FV: No podemos imponernos a las reuniones de tan alto nivel. Pero podemos dar una señal de que una visita de esta clase nos interesa. Por ejemplo, hablar con el presidente de Finlandia. Y cuando se recibe la señal, la parte receptora ya decide si envía la invitación o no. Hoy estamos creando relaciones diplomáticas para una nueva Belarús sin Lukashenka, para que luego no tengamos que construir todo desde cero.
KYKY: ¿Se trata solo de forjar relaciones o se discuten temas específicos durante las reuniones? Por ejemplo, ayudas inversionistas, reformas, etc.
FV: Siempre se discuten varios temas, uno de los cuales es la ayuda a Belarús. Y cuando uno u otro país recibe a Sviatlana, se deja en claro que este país reconoce su legitimidad como líder nacional de Belarús. Además, en el marco de estas reuniones, se discute la apertura de corredores humanitarios, temas de visados, sanciones. De lo último, reconocimiento como las organizaciones terroristas de OMON (policía antidisturbios) y Grupo de Lucha contra el Crimen Organizado y la Corrupción (GUBOPiK). Congelar el apoyo financiero de las organizaciones internacionales, incluidos los bancos. Iniciar una investigación internacional de las torturas y crímenes del régimen.
KYKY: ¿Existe algún acuerdo sobre la desconexión de los bancos del sistema SWIFT?
FV: Se están realizando preparativos para varios escenarios. La desconexión de SWIFT es un último recurso que se aplicará si el régimen continúa con el terror, torturas y asesinatos. Pero todo debería ser coherente, por lo que por ahora estamos hablando de sanciones específicas contra Lukashenka y su copo. Esto es necesario para dividir a la élite; para ellos debe ser desventajoso apoyar a Lukashenka. Hoy cada día que Lukashenka está en el poder son pérdidas enormes para el país. Y no solo los belarusos, sino también los rusos lo entienden. Por eso cada vez hay más personas interesadas en quitarlo.
«Ahora la correspondencia con la Administración es fría, y a veces grosera»
KYKY: La reciente visita de Lavrov a Minsk mostró que el Kremlin está por la reforma constitucional en Belarús. Y esto puede convertirse en una forma legítima de reemplazo de Lukashenka bajo la presión de Rusia.
FV: Todo es posible. Pero yo no habría depositado grandes esperanzas y expectativas en el Kremlin. Esta no es la parte que ayudará a los belarusos a resolver los problemas. Lo mejor que pueden hacer es no interferir. Y su propuesta de reforma constitucional es un intento de ganar tiempo para que las protestas disminuyan y Moscú pueda desarrollar el escenario más ventajoso para si mismo. Y la reforma constitucional de la mano de Rusia no es a beneficio de Belarús. No resolverá los problemas en la situación actual de crisis política y económica. Y no nos lleva a nuevas elecciones. Por tanto, no tiene sentido hablar de la reforma constitucional todavía. Las demandas del pueblo son celebrar elecciones nuevas y limpias. Y hay que mantener lo dicho. Y no permitir que ningún otro país imponga sus intereses.
KYKY: ¿Ha cambiado la actitud del Kremlin hacia Tsikhanouskaya?
FV: El Kremlin no tiene una posición política sobre Belarús; siempre nos han considerado casi su territorio con el gobernador Lukashenka. Un poco frenético, pero predecible. El Ministerio del Exterior ruso está ocupado en construir relaciones con Polonia, Armenia, los países del Bálticos, todos, excepto Belarús. Y Moscú solo está tratando hoy de entender lo que realmente ha sucedido. Es que en agosto era el FSB quien preparaba los informes sobre Belarús para el Kremlin. Y los materiales para el FSB los proporcionaban directamente del KGB belaruso. Y en Rusia estaban seguros de que lo que estaba sucediendo en Belarús era una revolución «de colores» con financiación del exterior. Y solo ahora se dan cuenta de que la situación es mucho más complicada y profunda. Llegó el desembriagamiento, seguido de una búsqueda de posibles guiones sobre cómo manejar todo. El Kremlin no puede soportar a Lukashenka, pero todavía no saben por quién reemplazarlo.
Y nuestra posición no ha cambiado. No queremos que nadie se meta en los asuntos internos de Belarús. Si no fuese por el apoyo financiero del Kremlin en los primeros meses de las protestas, Lukashenka no se habría mantenido. Y a mediados de septiembre ya estaríamos negociando nuevas elecciones. Cuando entró en juego el Kremlin, las cosas se complicaron más. Hoy es necesario eliminar la influencia o llegar a un acuerdo con el Kremlin. El Occidente no va a meterse en esto.
Y resulta que Lukashenka está en contacto solo con el Kremlin, y Tsikhanouskaya y el Consejo de Coordinación, solo con el Occidente.
En esta situación, hay pocas oportunidades para encontrar una solución a la crisis y comenzar un diálogo con la mediación. El último bastión para el diálogo es la OSCE, pero hasta ahora no se ha logrado nada.
KYKY: Pero en una de sus entrevistas, usted dijo que las consultas continúan y hay un diálogo con los representantes de Lukashenka. ¿Qué tipo de diálogo? ¿Se ha llegado a un acuerdo?
FV: Hubo varias llamadas con Andrei Savinyj, que representa a Belarús en la Asamblea Parlamentaria de la OSCE. Y a través de los mediadores de la OSCE, transmitimos mensajes a la gente de Makei y a la Administración del Presidente, también sobre el inicio de las negociaciones. En septiembre y una parte de octubre tuvimos buen contacto, pero en noviembre todo se paró. Y ahora, si hay correspondencia, es fría y, a veces, grosera. Estas cartas dicen que Tsikhanouvskaya y su equipo se han separado de la gente, por lo que las así llamadas autoridades no tienen nada de qué hablar con nosotros. Sin embargo, puedo confirmar que Sviatlana tiene la oportunidad de transmitir cualquier mensaje a Lukashenka: se lo pondrán sobre la mesa del así llamado presidente.
Pero Lukashenko tiene miedo a las negociaciones y se comporta como un esquizofrénico en un búnker. Quizás él realmente crea que todos lo aman y lo adoran, y los enemigos quieren implementar el plan de Dulles. Tiene miedo de perder el control de la situación. Por lo tanto, hoy hay cada vez menos posibilidades de que haya negociaciones con Lukashenka.
Después del asesinato de Raman Bandarenka, el futuro político para él dejó de existir: Lukashenka se irá sin gloria.
KYKY: ¿Cuánto tiempo le da en el poder?
FV: En primavera, creo, se conocerá la fecha de las nuevas elecciones y aparecerá la decisión final sobre la reforma constitucional. Desafortunadamente, todavía no es posible pronosticar más de tres meses. Pero estoy seguro de que en 2022 ya no habrá Lukashenka. Pero esto no significa que todo se ponga bien enseguida: Belarús todavía se enfrenta a un período de transición difícil, de reformas. La rehabilitación financiera llevará alrededor de un año; será necesario recrear las condiciones y garantías para el negocio, incluyendo el apoyo a las pequeñas empresas, intentar a devolver a los que se fueron.
KYKY: Para que ocurra todo de lo que está hablando, debe haber una separación de élites. ¿Cree que esto es posible en Belarús? Al fin y al cabo Lukashenka ha reunido alrededor a unos sádicos totales. Y su entorno de momento es sólido.
FV: Reunió a su alrededor no solo a los sádicos, sino también a los malandros ignorantes, ofendidos por la vida y a los sinvergüenzas envidiosos. Y fue Lukashenka quien creó un sistema de rudeza e impunidad a nivel estatal. Él mismo trata a la gente como un ganado. Por eso la revolución de hoy no es solo por las nuevas elecciones o contra Lukashenka. Es contra la inhumanidad y mentira que cultiva el régimen. Y las élites de hoy no son sólidas: muchos ya están huyendo del barco y retirando sus activos del país. Pero el momento de cambio de verdad sucederá cuando los oligarcas cercanos a Lukashenka declaren públicamente su posición y la gente abandone el sistema a gran escala. No sabemos cuándo sucederá esto. Pero estamos haciendo todo lo posible para crear las premisas para esto.
KYKY: Dijo que las élites están retirando los activos del país, ¿tiene confirmación de esto o es solo una suposición?
FV: Son conversaciones, llamadas, contactos con antiguos y actuales funcionarios y empresarios. Ellos todos están pensando en su futuro. Y muchos se quedaron en tablas. Si apoyan a Lukashenka, serán incluidos en las listas de sanciones, lo que significa que perderán mercados de venta y canales de suministro. Si no apoyan al régimen, Lukashenka comenzará a vengarse: cerrar o nacionalizar empresas y fábricas.
Y ahora estos empresarios y funcionarios están pensando cómo protegerse y preservar sus capitales. Unos escriben cartas a las embajadas para que no se les incluya en las listas de sanciones. Otros están tratando convulsivamente de retirar activos de Belarús.
Un grupo de investigadores internacionales hoy está registrando estos esquemas. Pero el problema es que los flujos financieros belarusos no son tan grandes como los rusos o ucranianos. No estamos hablando de cientos de millones de dólares, son cantidades mucho menores. En consecuencia, es más difícil rastrear estos esquemas. Pero cuando se adopte el acta sobre la democracia en Belarús, serán los servicios de inteligencia internacionales que se ocuparán de buscar estos activos e identificarlos. Para ello, se detalló un párrafo especial sobre la investigación de las fuentes, canales y lugares de preservación del capital de Lukashenka y su copo.
KYKY: Vamos a aclarar. ¿Está hablando de grandes empresarios reconocidos cercanos a Lukashenka?
FV: Sí, estamos hablando de grandes empresarios cercanos a Lukashenka y directores de grandes empresas estatales. También tienen fondos recibidos a través de los esquemas de corrupción. Lukashenka construyó un estado completamente corrupto, aunque él mismo llegó al poder, alegando que luchaba contra la corrupción. Pero hoy todas las empresas estatales, o empresas asociadas a la Oficina de Asuntos del Presidente y su administración son estructuras de pura corrupción que fueron creadas para blanquear y sacar el dinero, controlar los flujos y destruir la competencia por cualquier medio. Lukashenka está a la cabeza de esta estructura oligárquica corrupta, donde todos están «atados» y enganchados. Es imposible simplemente abandonar el sistema, significaría firmar el veredicto con su propia mano. Y el sistema intencionalmente «ensucia» a cada uno, de tal manera que hubiera datos comprometedores y evidencias de culpabilidad. Quizás es por eso que la gente del sistema está luchando tan desesperadamente por mantenerlo.
KYKY: En Belarús ya hubo un intento de una revolución de colores en el 2006. La llamada «Revolución del Aciano». ¿Por qué no funcionó entonces? ¿Y por qué debería funcionar ahora?
FV: Primero, tenemos una sociedad más madura. La gente ha aprendido a organizarse por sí misma, han aparecido iniciativas de patio y se está reviviendo la identidad nacional. No ha habido este levantamiento en mucho tiempo. Los belarusos se han convertido en una formada nación europea. Nadie mira hacia atrás al legado soviético, no hay nostalgia. Todo el mundo quiere que sea como en Europa, nuestra mentalidad está preparada para esto. Ha aparecido un patriotismo sano y la gente está dispuesta a asumir la responsabilidad y arriesgarse por su país. Y entienden el valor de esta lucha. Esta es la garantía de la victoria de las protestas. Lukashenka perdió absolutamente el apoyo y cometió demasiados errores, lo que se convirtió en una crisis política y económica para el país. Y nadie lo tolerará más. Su único mérito hoy es que reunió a la sociedad para luchar contra el régimen. Por lo tanto, ni siquiera pongo en duda que todo saldrá bien, es solo cuestión de tiempo.
KYKY: Y la última pregunta. Tradicionalmente, el Presidente felicita a los ciudadanos de su país con el Año Nuevo. ¿Grabará Tsikhanouskaya el discurso de Año Nuevo?
FV: ¡Claro que sí! Y se publicará en el canal de YouTube y en todos los medios independientes, canales de Telegram. Creo que nadie quiere ver a Lukashenka en las fiestas ni estropearse el humor. Y recuerde que el Año Nuevo no es solo una fiesta, sino también una buena razón para arreglar lo de Lukashenka lo más pronto posible. ¡La Nochevieja está creada para pasear!