Las 2.700 personas en la Asamblea son solo funcionarios e ideólogos. Un público preseleccionado que no le dirá «vete»
5 febrero 2021 | t.me/tsikhanouskaya
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Sviatlana Tsikhanouskaya se dirigió a los belarusos antes de la Asamblea Popular de Belarús (VNS) convocada por Lukashenka. Está programada para el 11 y 12 de febrero de 2021, y no se celebrará con representantes del pueblo, sino con funcionarios gubernamentales e ideólogos. Algunos delegados se enteraron de su participación solo por los medios de comunicación, ya que nadie les pidió su consentimiento para participar en la reunión.
Lukashenka declara: «La Asamblea es una consulta directa con el pueblo».
Sin embargo, los 2.700 participantes acordados no constituyen un número aprobado de belarusos que puedan tomar decisiones de importancia nacional. Es solo el número de asientos del Palacio de la República, el edificio en el que está previsto este congreso.
La Embajada de Estados Unidos en Belarús publicó en su sitio web una declaración en la que calificaba la Asamblea Popular de Belarús de conferencia ilegítima y llamaba a las autoridades a un diálogo auténtico.
Las 2.700 personas en la Asamblea son solo funcionarios e ideólogos. Un público preseleccionado que no le dirá «vete». No puede actuar frente a personas reales. Nunca volvió a hacer lo de aquella excursión a la Planta de Tractocamiones de Minsk el 17 de agosto. Salir afuera, ahora no puede hacerlo. Pero la gente sí que saldrá. Porque nadie quiere oír hablar de planes quinquenales, granjas colectivas y estatales [el legado del sistema soviético]. Porque nosotros queremos construir nuestro futuro y él quiere «conservar la seguridad alimentaria», dijo la Sra. Tsikhanouskaya.
