El ciudadano israelí relató las torturas sufridas tras su detención en Minsk

14 de agosto 2020, 20:50 | Eco de Moscú
Aleksandr Fruman
Aleksandr Fruman.
Source: Vesti

El ciudadano israelí Aleksandr Fruman en el directo de la emisora de radio «Eco de Moscú» relató las torturas sufridas tras su detención en Minsk.

Aclaró que le habían detenido en la Avenida Nezavisimosti (Av. de Independencia), cerca del edificio en que él y su esposa alquilaban un apartamento. El matrimonio había venido a Belarús (Bielorrusia) para informarse sobre su familia, la mayoría de los miembros de la cual habían sido quemados aquí en 1941.

«Nos han golpeado y nos han metido en un furgón policial, sin dejar de golpearnos con porras. En mi presencia han pegado a un chico minusválido y a unas mujeres. Esto estaba pasando en el Departamento de Asuntos Internos del distrito Sovetskiy, y la operación fue dirigida por el jefe del departamento», — señaló A. Furman.

Él aclaró, que en el Departamento de Asuntos Internos durante las 16 horas a los detenidos “se les obligaba a estar en diversas posturas incómodas, tras cinco minutos en estas posturas todo el cuerpo quedaba adormecido”. “Cuando alguien intentaba moverse, los policías se daban cuenta y de nuevo empezaban a pegarnos. Debajo de nosotros estaba un alambre de púas, así que, si alguien se caía fue directamente encima del alambre”, dijo A. Fruman.

Según él, los policías no daban a los detenidos nada de comida – solo un trago de agua. “Luego nos han subido a un furgón policial y nos han llevado a Zhodino. Nos han cargado, como en los trenes con destino a Auschwitz – apilados unos encima de otros. Yo estaba tumbado encima de otras personas, que perdían la conciencia. Cuando alguno se quejaba, le golpeaban con porras” – indicó A. Furman.

El agregó que los policías comenzaron a hacer bromas antisemitas y le golpearon de nuevo cuando se habían enterado de que él era un ciudadano israelí. En el centro de prisión preventiva de Zhodino a A. Furman y a otros detenidos los metieron en una celda para 8 personas. “Éramos 18 en la celda. Allí no nos maltrataban” – explicó él.

A. Fruman relató que cuando el personal del centro de prisión preventiva se había enterado de su ciudadanía israelí, decidieron dejarlo en libertad para evitar problemas. “Ellos han fingido haber perdido mi pasaporte y el protocolo de mi detención, el que me negué a firmar, y me han liberado después de 78 horas de detención”, concluyó él.

Fuente: Radio Eco de Moscú