Vea un proyecto de animación hecho por más de 50 animadores de 19 países
16 septiembre 2020, 17:43 | Dzianís Martsinóvich, TUT.BY
La obra de Yúliya Rudzítskaya la ha visto la mayoría de belarusos respetables: ella fue precisamente la directora y dibujante de la famosa película de animación «Seamos belarusos», en la que se cuenta la historia de nuestro país en cinco minutos. Ahora Yúliya vive en Estados Unidos, sigue dedicándose a la animación. Presentamos el estreno de su nuevo proyecto: Animators for Belarus / «Animadores para Belarús».Según dice Rudzítskaya, tanto ella como sus colegas de todo el mundo están preocupados por lo que ocurre en Belarús. Por eso tuvo la idea de hacer un proyecto de colaboración y expresar en el lenguaje de la animación su apoyo a los belarusos.
Yúliya escribió sobre el proyecto en su página de Facebook, puso anuncios en grupos de animadores profesionales en las redes sociales, y escribió directamente a algunos de sus conocidos.
«Respondieron más de 50 animadores de 19 países en cuatro continentes (Eurasia, América del Norte, África y Australia). Todos trabajaron de forma voluntaria, por deseo de su corazón y su alma. El animador más joven que ha participado en el proyecto tiene solo 12 años».
Según Yúliya, muchos de sus colegas sabían muy bien lo que pasaba en Belarús. Otros sabían menos; algunos, solo en general, pero todos sentían empatía por los belarusos.
«Yo propuse un concepto general. Tomamos como base de la composición la bandera histórica de la Belarús independiente, con las franjas blanca, roja y blanca. Es la estructura unificadora que nos permitió hacer los pasos entre las escenas y combinarlas aunque fueran de pintores diferentes para crear una única obra. Los animadores tenían la libertad de interpretar los colores como quisieran: tanto en el contexto de la Belarús contemporánea como de forma abstracta. No impuse nada a nadie. Pero creo que todos los autores sintieron de manera muy precisa lo que estaba ocurriendo en Belarús. Por eso todas las escenas acabaron siendo muy expresivas y respondían perfectamente al contexto».
El trabajo duró menos de un més. Todos trabajaron al mismo ritmo. Tal y como afirma Rudzítskaya, cada autor animó con su propia técnica.
«Hubo tanto animación en 3D como animación clásica dibujada en papel, técnicas informáticas, pintura en cristal, muñecos animados de plastilina, hasta stop-motion con el uso de origami y frutas; animación con una aguja sobre un rollo, y una técnica muy interesante de pixelación combinada con body art. Seguramente por eso hayamos tenido un resultado tan interesante».
La propia Yúliya actuó como una de las autoras y montó los fragmentos en la película final.
«Me resultó muy interesante observar cuántos temas había en resonancia, cómo las personas de diferentes países elegían momentos consonantes y entonaciones, metáforas. Eso me ayudó a unir cosas que en principio eran muy eclécticas. Por eso la película terminó siendo una obra holística».
¿De qué va la película?
«La película no solo trata de la bandera blanca, roja y blanca, sino que también es un relato sobre todos nosotros, que estamos pasando por estos momentos históricos difíciles y dramáticos. Estamos renaciendo y seguimos adelante».