23 noviembre 2020, 19:01 | The Village Belarús
Los alumnos del gimnasio n.° 4 de Minsk que cantaron canciones durante el recreo han sido acusados con casos administrativos en virtud del artículo 23.34 del Código de la República de Belarús sobre infracciones administrativas – «participación en un evento no autorizado». Como no es posible castigar a los menores de edad, les presionan a sus padres.
En el gimnasio n.° 4, los niños cantaron canciones del repertorio de Lyavon Volsky, los grupos Lyapis Trubetskoy y Brutto durante los recreos. Después de uno de sus flashmobs, el padre de una familia numerosa, Andrei Asipenka, cuyos hijos también estudian aquí, llegó al patio del gimnasio con un cartel «¡Niños, sois increíbles!».
Alguien llamó a la policía, Asipenka fue detenido y encarcelado por 15 días por participar en un evento no autorizado. El 30 de octubre, 150 padres acudieron al gimnasio y exigieron que el director explicara por qué llaman la policía al gimnasio, la que asusta a los niños.
Tras la detención de Andrei Asipenka, los niños empezaron a salir con hojas de papel en blanco, explicó a Radio Svoboda el padre de uno de los alumnos del gimnasio.
«Los niños lo apoyaron, comenzaron a salir en los recreos con hojas de papel en blanco. Y la subdirectora de trabajo educativo Olga Kulinkovich escribió un comunicado a la policía, diciendo que se estaba llevando a cabo un evento masivo no autorizado dentro del gimnasio en el recreo en presencia de maestros», relata el padre de un alumno del gimnasio.
Ahora los menores son acusados de delitos administrativos en virtud del artículo 23.34 del Código Administrativo. El padre del escolar dijo que él y los padres de otros 9 escolares ya habían sido convocados primero a una reunión del consejo preventivo y luego a la policía.
A los niños se les dan reprimendas. Y todos los menores tienen en la policía las acusaciones en virtud del artículo 23.34. Los niños son menores de edad, la policía no puede llevarlos ante la justicia, por lo que los protocolos se redactan sobre sus padres, presuntamente por el desempeño inadecuado de los deberes parentales.
«Se levantó un auto contra nosotros en virtud de eso, y ya hemos declarado ante el teniente coronel de policía. Mi protocolo indica quién escribió la solicitud. Es Olga Kulinkovich, la subdirectora de trabajos educativos», dice el padre.
La familia ya ha encontrado un abogado y está recopilando testimonios para su hijo. Ahora la comisión de asuntos de menores está decidiendo una medida, los padres pueden ser multados.
Afirma que los niños entienden todo. Y en el consejo preventivo dijeron que otros padres estaban indignados.
«El Consejo de prevención alega a unos padres anónimos a los que no les gusta que los niños del gimnasio canten. Había frases tan curiosas: “Los niños vienen del colegio y nos hacen preguntas incómodas”. Presuntamente, nuestros hijos “estropeados” influyen en los suyos “buenos”», agrega el hombre.
Y recuerda su infancia, cuando quedaban registrados en la comisión de asuntos de menores, solo «si alguien pinchaba a alguien con un cuchillo, inhalaba el pegamento o robaba algo».
«Y aquí se fichan por las canciones y tocar guitarra. ¿Cómo se puede escribir una denuncia a la policía acusando a los niños que cantaron en un gimnasio bajo la supervisión de maestros?» El padre del escolar está indignado.
El 24 de noviembre, en el gimnasio n.° 4 de Minsk, está prevista la segunda reunión del Consejo de prevención, al que se invitó a 17 padres con sus hijos, así como a los representantes de la comisión de asuntos de menores.
Olga Kulinkovich, subdirectora de trabajo educativo, se negó a explicar por qué estaba prohibido cantar en los recreos en el gimnasio. Ella respondió con irritación que «todas las preguntas deben dirigirse al director del gimnasio, Andrei Gotsman». Y, sin embargo, agregó:
«Hay una ley, hay reglas internas: para qué sirve la lección y para qué el recreo. Los niños no pueden juntarse durante los recreos, ¿no sabén que hay coronavirus ahora? En nuestro gimnasio este año no hubo un solo concierto, ni un solo evento. No os voy a explicar nada, ¡no estoy obligada a explicar nada!», dijo Olga Nikolaevna y terminó la conversación.
El director del gimnasio está constantemente ocupado, como respondió la recepcionista.