«Nosotros somos los que queremos llegar a un acuerdo»
24 agosto 2020, 15:49 | Consejo de Coordinación
El 24 de agosto tuvo lugar una conferencia de prensa del Consejo de Coordinación.
A las preguntas de los periodistas respondieron Lilia Vlasova, Pavel Latushko, María Kolesnikova y Maxim Znak.
Les presentamos las ideas principales de sus intervenciones.
Lilia Vlasova
Quiero recordarles que, desde el primer momento, el Comité de Coordinación (en adelante, CC) en su primera resolución declaró que no tiene el objetivo político de obtener el poder. Somos una plataforma social donde se unen diferentes estratos de la sociedad. Nuestra meta es una: organizar un diálogo pacífico con las autoridades para hablar de la situación de crisis por la que está pasando Belarús (Bielorrusia).
Sin embargo, hay mucha presión sobre nosotros. Hoy por la mañana han sido detenidos dos miembros del Presidio del CC: Olga Kovalkova y Serguei Dylevskiy. Están acusados de faltas administrativas. A mí me han convocado hoy a las tres de la tarde al Comité de investigación. Consideramos que estas acciones por parte de las autoridades son absolutamente ilegales; somos intermediarios, somos las personas con las que pueden hablar ahora de la situación que se está dando en el país; sobre todo ahora que el Consejo Europeo ha pedido que se otorguen a los miembros del Presidio ciertas garantías de seguridad. Sin embargo, se están ignorando estas peticiones y nos están presionando.
Maxim Znak
Todo ciudadano de la República de Belarús que defiende su postura puede realizar una gran variedad de actividades legales y pacíficas para que su voz sea oída; para que los hechos que han ocurrido se investiguen debidamente. Yo no voy a hablarles de todos los métodos legales, sino que me voy a quedar con uno: un proceso que se puede y se debe utilizar. Se trata del proceso destitutorio de los mandatos de los diputados, tanto del Parlamento como de los consejos locales.
Un diputado es un representante del pueblo. En una situación en la que ha habido elecciones presidenciales y hay tantas dudas en cuanto a su organización, el Parlamento es, de hecho, el órgano que puede y debe expresar su postura, tomar las medidas observadas en la Constitución para resolver la situación creada. Por eso hemos dirigido nuestra atención al hecho de que todos los ciudadanos de la República de Belarús que hayan perdido la confianza hacia su diputado, o bien vean que el diputado no realiza sus funciones y obligaciones, de acuerdo con la ley, pueden iniciar un proceso destitutorio. Es un proceso muy complejo. De nuevo, nos vemos obligados a explicar que las leyes electorales son complicadas en general, hay procedimientos formales, procedimientos de licencia. Sin embargo, como empezamos a decir ya en mayo: que el camino sea difícil no significa que no merezca la pena seguirlo.
Las acciones que hay que realizar son sencillas y claras, están indicadas en la legislación, son absolutamente legales, y actualmente no se puede presentar ninguna queja desde el punto de vista jurídico a aquellos que las emprendan. ¿Cómo es el proceso en general? Ya hay iniciativas sociales que están publicando instrucciones detalladas, e incluso formularios hechos para preparar los documentos automáticamente; esto no lo está haciendo el CC, pero ya podemos ver que el proceso ha comenzado, ya hay gente resolviendo esta cuestión.
¿Cómo funciona el procedimiento en líneas generales? Primero, se recopilan las solicitudes: al menos 150 votantes de un determinado distrito, si hablamos de la Cámara de Representantes. Se dice: «Queremos plantear el tema de la destitución de un diputado». Remiten este comunicado al Consejo de Diputados local. Luego, el ayuntamiento debe acordar la hora y el lugar de la reunión con los votantes e invitar al propio diputado. El lugar y la hora de la reunión se notifican con entre 10 y 30 días de anticipación. A la reunión asisten al menos 300 votantes que deciden si iniciar el trámite o no. Se forma un grupo de iniciativa. La Comisión Central lo registra. Comienza la recogida de firmas para la destitución del diputado. Es igual que la campaña presidencial: se recogen firmas, luego se verifican y después se programa una votación.
El trámite es bastante engorroso, pero está contemplado por la ley y se puede comenzar a hacer. También se puede hacer con la esperanza de que los diputados que forman parte del parlamento tomen medidas reales y den pasos para resolver la situación.
Si ocurre una reunión con los votantes, les dirán: «Estimados votantes, nosotros también lo entendemos todo y hemos dado los siguientes pasos».
Hay muchas otras iniciativas además de esta, todas legales y legítimas, a las que damos también la bienvenida, pero no vamos a detenernos en explicarlas en detalle ahora mismo.
María Kolesnikova
Primero, quisiera agradecer desde el fondo de mi corazón a todo el pueblo belaruso, que no se ha rendido durante todos estos meses, y lo que estamos viendo ahora es un proceso absolutamente único: vemos cómo se está formando una mayoría civil activa. Toda la semana han intentado intimidarnos, trataron de derribar nuestro estado de ánimo. Vimos cómo, con nuestro dinero, con el dinero de los contribuyentes belarusos, se montó una especie de carrusel de autobuses, se trajo a gente con banderas y estandartes idénticos.
Nosotros somos ciudadanos pacíficos y consolidados, exigimos que se nos respete, que se oiga nuestra voz: la voz de la mayoría.
También me gustaría comentar los hechos de ayer, porque pensamos que es muy extraño cuando una persona que dirige un estado se permita ir corriendo con una ropa tan extraña y con armas más extrañas todavía en el centro de Minsk. Y esas declaraciones de que se oye el ruido de los sables en la frontera de Belarús… De hecho, vieron ayer que en el centro de Minsk una persona absolutamente específica hacía sonar estas armas. Y lo que es también muy extraño: si piensa que el 80% del pueblo belaruso lo ha elegido, ¿por qué se esconde con miedo detrás de alambres de púas y esas cadenas de «hombres guapos», como dijo ayer? Y me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que entregar armas a un menor requiere una verificación y una respuesta de las autoridades competentes.
Para todos nosotros es un hecho que Belarús ha cambiado. Las autoridades tendrán que buscar una salida y tendrán que dialogar con nosotros. Si piensan que es posible olvidar todas estas atrocidades, torturas, todos los actos de violencia contra la población civil, que se pueden olvidar del fraude electoral, de que robaron el voto de todos, que se puede frenar la situación, entonces están muy equivocados. Sabemos con certeza que se escuchará la voluntad del pueblo.
Pavel Latushko
En primer lugar, me gustaría expresar mi solidaridad con mis colegas, que hoy fueron detenidos cerca de la planta de tractores de Minsk, así como con aquellos colegas que ya han sido convocados y también van a ser convocados en el futuro por el Comité de Investigación de Belarús. En repetidas ocasiones hemos destacado que el Tribunal Constitucional se creó para realizar un diálogo, el CC es una especie de plataforma social que reúne las aspiraciones que se plantean durante las numerosas manifestaciones de los ciudadanos de nuestro país. Vemos cuántas personas están a favor del diálogo, desean concretar sus exigencias en la vida de nuestro país. Y el no reconocimiento de este hecho no beneficia a nuestra sociedad.
Ayer leímos con mucha atención la declaración y el comentario del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov. Se observa que Rusia tiene dudas sobre la formación del CC y, por alguna razón, se impone artificialmente la tesis de que el CC persigue ciertos objetivos destinados a empeorar las relaciones con la Federación de Rusia. El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, también hizo una declaración hoy. Enfatizó que hay ciertos «documentos que fueron tipografiados por estas personas (según yo lo entiendo, por los miembros del CC), donde el énfasis se ha desplazado más hacia la reducción de la interacción Rusia. Estas fuerzas nos impresionan mucho menos».
Me gustaría señalar que el CCl nunca ha considerado ni adoptado, y no tiene previsto adoptar, documentos que indiquen que no estamos interesados en desarrollar relaciones con la Federación de Rusia o que estamos interesados en abandonar organizaciones comunes que existen en la actualidad. En principio, no consideramos cuestiones de política exterior en el CC en absoluto. De hecho, nos vemos obligados, nos obligan a reaccionar ante cuestiones de política exterior precisamente tales declaraciones.
No sé de qué nacionalistas estamos hablando, no sé de qué mensajes del CC sobre el deterioro de las relaciones con Rusia estamos hablando. Estaríamos muy agradecidos con nuestros amigos rusos si nos proporcionaran un documento de este tipo, o si nos proporcionaran las fuentes para obtener este documento. Ninguno de los miembros del CC, así como el CC en su conjunto, no ha desarrollado tales documentos.
El hecho del reconocimiento del CC también se da en las declaraciones del representante oficial del Alto Comisionado de Política Exterior y Seguridad de la UE. La UE, como nuestro socio occidental, se ha referido repetidamente a la importancia de brindar garantías al CC.
Una vez más subrayamos nuestra posición: la cuestión de la superación de la crisis política en Belarús está en el primer plano de los asuntos políticos internos de nuestro país y depende principalmente de la sociedad belarusa. Nos interesa desarrollar y afianzar buenas relaciones con todos nuestros vecinos.
No nos interesa de ninguna manera cambiar los intereses de la política exterior de nuestro país. Ni siquiera estamos autorizados a considerar estos temas. Lo que estamos diciendo es que debe aparecer una plataforma en nuestro país cuando se celebren elecciones libres, y en estas elecciones varias fuerzas políticas se pronunciarán a favor de relaciones más profundas con Rusia, o por relaciones más profundas con la UE, o por relaciones igualmente profundas con Rusia y con la UE. Y entonces la gente votará qué posición de política exterior y posición política interna desea apoyar. Y la fuerza política que llegue al poder realizará los deseos del pueblo. Nosotros no nos planteamos esta cuestión.
Hoy tenemos ya 600 miembros en el CC. Cada vez más ciudadanos de Belarús están dispuestos a participar en el trabajo del CC, lo cual también constituye un apoyo público muy importante para nosotros. No nos marcamos el objetivo ni de cambiar el sistema constitucional, ni de sustituir a ningún poder. Nosotros, si quieren verlo así, somos a día de hoy el único instrumento para establecer y desarrollar un diálogo. Y estamos preparados para este diálogo. Si aparecen otros mecanismos y herramientas, nosotros no tenemos derechos exclusivos, es decir, lo hablaremos, cooperaremos con ellos. Pero hasta ahora no existe otra herramienta similar en la vida pública del país.