Personas desconocidas han derramado pintura sobre la casa de Pavel Latushko

Pavel Latushko ha hablado sobre la presión y las amenazas

20 agosto 2020, 09:15| TUT.BY
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Personas desconocidas vertieron pintura sobre la casa de Pavel Latushko, ex-ministro de Cultura, director del Teatro Kupalovsky, que fue despedido de su cargo el 17 de agosto.

Latushko ha confirmado este hecho en una entrevista con TUT.BY y ha anunciado que está recibiendo amenazas.

Llevo varios días sin dormir en mi casa. Mi madre, que estaba viviendo conmigo temporalmente, se ha ido de Belarús. Yo no tengo pensado irme, aunque solo durante el día de ayer me llegaron varias amenazas y propuestas de abandonar el país inmediatamente. Me “advirtieron” de que se había tomado la decisión de detenerme de la forma más cruel posible, utilizando el máximo nivel de violencia. Me han propuesto incluso un avión privado para irme a otro país, e incluso un coche diplomático para que salga inmediatamente de Belarús y no me una a los esfuerzos del Consejo de coordinación.

Según Latushko, la última propuesta que le llegó fue ayer, el 19 de agosto, a las 11 de la noche.

«Me pusieron varios ejemplos de cómo tratan las fuerzas de seguridad a las personas que tienen una postura distinta. Me pusieron ejemplos de fuertes palizas e ingresos hospitalarios después de tal tratamiento.»

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«¿Fueron amenazas anónimas, o venían de personas concretas?»

«Las amenazas las pronunciaban personas concretas, pero se referían a fuentes relacionadas con los servicios secretos. Pero a estas personas las conozco literalmente desde hace unos días. O me acercaban desconocidos a decirme estas cosas. Yo les pedí que valoraran del uno al diez el nivel de peligro que corría yo personalmente. Me dijeron que un diez. Pero esto no influye en mi decisión: yo he ingresado al Consejo de coordinación y a su presidio. Voy a defender mi derecho a ser un ciudadano de este país y a tener mi propia postura. No estoy infringiendo las leyes vigentes de la República de Belarús. Mi postura está relacionada con la necesidad de mantener un diálogo. La apoyan todos nuestros socios tanto del Este como del Oeste. Voy a defender esta postura y a expresarla públicamente. Quiero vivir en Belarús libre.»

Esta noche se derramó pintura roja sobre la casa de Pavel Latushko. ¿Se plantea poner una denuncia en la policía para encontrar a las personas que lo han hecho? 

«Mis amigos me enviaron estas fotografías hace relativamente poco. Las estoy estudiando como abogado (Latushko se graduó de la facultad de derecho de la Universidad Estatal de Belarús — Nota de TUT.BY), estoy analizando la situación y pensando qué hacer. No tengo tiempo de ir personalmente a denunciar. Hay que reaccionar jurídicamente, aunque entiendo que estos ataques pueden ser totalmente vanos.»

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«Por desgracia, hemos construido un país en el que los organismos del orden no defienden los derechos e intereses de nuestros ciudadanos, sino que hacen todo lo que está en su mano para crear una atmósfera de terror para que tengamos miedo de expresar nuestro punto de vista. Aquí las fuerzas de seguridad toman el control de las principales instituciones del país.»

Hablamos del Teatro Nacional Yanka Kupala.

«Ninguno de los fundadores del teatro podía haberse imaginado el dramatismo de lo que sucedería cuando las fuerzas de seguridad impidieron entrar a los actores al teatro durante una “limpieza general” del edificio del teatro.»

«¿Acaso las fuerzas de seguridad no están socavando la actividad de las instituciones del estado? — pregunta Pavel Latushko. — De las instituciones que forman el espíritu nacional, el entendimiento de dónde venimos, de la importancia de la cultura. ¿Cómo vamos a reconstruirlo [el teatro] después si lo están desprestigiando en la televisión estatal? Conozco a algunos periodistas que hablan de ello en la Televisión Belarusa. Me gustaría preguntarles: ¿cómo es que antes hablabais tan bien de lo maravilloso que era nuestro Teatro Kupala? ¡Cuántos proyectos interesantes organizaba! Y ahora habéis cambiado de opinión. ¿Hasta cuándo vais a ser así? ¿Puede que ya sea suficiente? ¿Que haya llegado la hora de pensar?»

«Personas, empezad a llamaros personas [referencia a un famoso poema de Yanka Kupala – Nota del traductor], no seáis simplemente peones, gente gris que dicen lo que se les ha ordenado que digan, — se dirige a ellos Latushko. — ¿Dónde está vuestra conciencia? Por favor, yo solo os lo pido, no os amenazo. Porque nosotros, los belarusos, somos personas tolerantes. Tenemos que buscar una solución a través del diálogo, no la fuerza. Estos ataques sin precedentes para bloquear la actividad de la institución [cultural] más importante del país… ¿Dónde lo han visto en Europa?»

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Hoy Latushko planea dirigirse a los trabajadores e instituciones teatrales de Belarús y otros países.

[Quisiera elevar] una petición de ayuda a los actores y trabajadores del teatro que han dejado sus trabajos. Expresad vuestras posturas frente al Ministerio de Cultura del país. Ayudad materialmente a los actores y trabajadores. Es muy importante. Varios teatros en Lituania y Polonia ya han declarado la posibilidad de darles trabajo si acaban perdiendo el suyo definitivamente. Pero yo sé que ninguno de nuestros actores y trabajadores quiere irse de Belarús. Queremos trabajar aquí, para Belarús y su cultura, para los amantes de nuestro teatro, porque tenemos millones. Millones de personas que aman y respetan el Teatro de Kupala. Lo aman porque el Teatro de Kupala ha tenido su postura durante toda la historia, y hay que expresar esta postura porque hoy la están destruyendo.


El 17 de agosto Pavel Latushko fue despedido de su puesto como director del teatro. Tal y como declaró el propio Latushko ante la plantilla del teatro que se reunió para mostrarle su apoyo, el ministro de cultura Yuri Bondar le dijo que la decisión se había tomado en acuerdo con el primer ministro Roman Golovchenko. El ministro también le dijo que se abstuviera de expresar su postura cívica.

El 18 de agosto acudió al teatro el ministro de cultura Yuri Bondar, que pidió no politizar la situación:

«Latushko ha elegido su camino y lo respetamos. Pero estamos en un teatro estatal. Tenemos que seguir las normas éticas pertinentes.»

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Los trabajadores del teatro presentaron ante el ministro sus cartas de dimisión y le comunicaron que tenía hasta el día siguiente, las 10 de la mañana del 19 de agosto, para dimitir él mismo si no cumpliera las condiciones de los trabajadores y devolviera a Pavel Latushko su puesto. Dejaron sus escritos frente al ministro gritando: «¡Vergüenza!» y «¡Dimisión!» En total fueron escritas más de 100 solicitudes de dimisión.

A las 10 de la mañana del 19 de agosto se acabó el tiempo del ultimátum, y los trabajadores del teatro no pudieron entrar al teatro. Sin embargo, formalmente no habían sido despedidos, ya que no se habían procesado sus solicitudes.

Por la mañana del 19 de agosto el Teatro de Kupala estaba bloqueado: los trabajadores  y actores no podían entrar al edificio. La versión oficial era que se estaba realizando un día de limpieza general. Los días 19 y 20 de agosto fueron declarados festivos.

Texto del cartel: Debido a la realización de actividades de limpieza epidemiológica en todas las estancias del teatro los días 19 y 20 de agosto del 2020 se declaran festivos.
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Pavel Latushko comentó sobre la situación en el país el 16 de agosto. Por la tarde del mismo día, firmó una carta abierta a los belarusos, y, más concretamente, al ejército. Los autores de esta carta llamaban al cese inmediato y la apertura de procesos jurídicos contra aquellos que habían dado «órdenes criminales» y «a todos los miembros del servicio culpables de o relacionados con estos crímenes». También dirigieron al ejército la petición de defender al pueblo belaruso y la soberanía de Belarús. 

El 17 de agosto  izaron en el teatro la bandera blanca, roja y blanca. Se exigió a los trabajadores que retiraran la bandera, pero se negaron. La  bandera ahora está retirada.

El 18 de agosto Latushko tomó parte del Consejo de coordinación.