Manifestaciones multitudinarias en Belarús, los belarusos influyentes declararon su posición y Lukashenko reunió a sus partidarios.
17 agosto 2020 | 00:52, TUT.BY
El octavo día de protestas desde las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto en Belarús (Bielorrusia) se ha convertido en el más largo y tórrido. Alexander Lukashenko, cuya victoria en las sextas elecciones fue anunciada por la Comisión Electoral Central, reunió a sus partidarios en Minsk, pero la manifestación de quienes no estaban de acuerdo con esta victoria resultó multiplicar por varias veces la asistencia a la primera. Además, se llevaron a cabo manifestaciones masivas en toda Belarús, desde sus centros regionales hasta las aldeas y ciudades agrícolas. Pero no solo se expresó el pueblo. Algunos belarusos influyentes expresaron su indignación por la violencia contra la población civil.
¡Por Batska! ¡Por Batska! ¡Por Batska!
[Batska en belaruso es «padre», apodo del presidente.]
El domingo (16 de agosto) una manifestación de partidarios de Alexander Lukashenko se reunió en la Plaza de la Independencia en Minsk. Se llevaron al evento personas de todas partes de Belarús: se organizaron docenas de autobuses de todas las regiones del país a Minsk, así como «trenes de apoyo» no regulares.
Lukashenka anunció que había unas 50 mil personas presentes en la plaza. El Ministerio del Interior declaró que al inicio del mitin había más de 65 mil personas en la Plaza de la Independencia. Estos cálculos son dudosos, pero hablaremos más sobre eso a continuación.
Las tesis del orador principal, Alexander Lukashenko, eran familiares. Dio las gracias a su público y escuchó las declaraciones de amor de la gente congregada.
El Presidente anunció el cumplimiento de las promesas que le hizo en los 90, enumerándolas:
— Ustedes pidieron un salario de 20 dólares, pidieron que no hubiera privatización de las plantas y fábricas, que no se arrebataran las tierras a los campesinos, pidieron que se conservara la sanidad pública, la educación pública, pidieron que se devolviera el honor a los soldados y oficiales que tenían miedo de salir a las calles, me pidieron a mí, una persona completamente inexperta, que alejara a la gente del abismo. Lo hicimos. A algunos no les ha gustado mi política. ¡El poder no es así! Pero ustedes y yo aprobamos este poder a mediados de la década de 1990 mediante la adopción de una nueva Constitución. Luego pidieron poner las cosas en orden, ¡y lo hice! Pidieron que no hubiera corrupción y sin oligarcas. ¿Dónde están los oligarcas? Pidieron limpiar las calles de Minsk de bandidos y maleantes. ¡Yo lo hice! — prosiguió el presidente.
— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — aplaudía la gente bajo las banderas rojas y verdes, las banderas rojas de los comunistas y blancas de la «Rusia Blanca».
El más épico fue el diálogo entre el presidente y su electorado:
— Quiero preguntar: ¿qué quieren ahora?
— ¡Paz!
— ¿Quieren libertad?
— ¡No!
— ¿Quieren un cambio?
— No.
— ¿Qué cambio? ¿Qué vamos a cambiar?
— ¡Nada!
Un país de blanco, rojo y blanco
En ese momento, un Minsk blanco rojo y blanco comenzó a fluir hacia la Estela en la avenida de los Vencedores. Existía el riesgo de que los defensores del candidato alternativo fueran al lugar de reunión designado anteriormente: la Plaza de la Independencia, donde los partidarios de Lukashenko se habían manifestado. Pero el plan se ajustó fácilmente y, flanqueando los autobuses estacionados alrededor de la Plaza de la Independencia, a los que una hora más tarde comenzaron a regresar “los bielorrusos correctos” cansados del largo camino y el calor, la gente se dirigía a la Estela bajo banderas blancas-rojas-blancas.
El récord de participantes en una protesta, establecido en los “militarizados” años 90, se ha superado con creces.. Según los cálculos TUT.BY, solo en esta ubicación se reunieron alrededor de 220 mil manifestantes. Según los cálculos del experto de la BBC, esta cifra es más baja: 127,3 miles de personas, pero también estimó que la manifestación Pro-presidencial fue más modesta: 12,7 miles.
Aquí hubo menos discursos, pero sí se oyeron nuevas y valientes declaraciones del director del teatro Kupala, Pavel Latushko:
– Las autoridades han abierto la caja de Pandora. Esto significa que si hoy no se da una evaluación legal de los actos de los funcionarios que cometieron estos hechos, no se aplica un procedimiento judicial para evaluar estas situaciones, en el futuro todos los ciudadanos de nuestro país — uno, dos, 10, 100 mil, millones — pueden ser víctimas de la violencia y esto no va a ser castigado. Si no hacemos esta evaluación legal, verdaderamente caeremos en el abismo.
La representante del equipo electoral unificado de Svetlana Tikhanovskaya, Maria Kolesnikova, ha dado un discurso cerca de la Estela.
«Sois increíbles, os quiero», dijo Kolesnikova a todos los presentes.
Declaró que el equipo electoral unificado de Svetlana Tikhanovskaya tiene la intención de presentar un recurso al Tribunal Constitucional contra las acciones inconstitucionales de las autoridades. Entre sus exigencias se encuentra la renuncia de Lukashenko y la liberación de presos políticos y económicos.
Nos robaron 26 años de vida y libertad», dijo Maria Kolesnikova. «Luchan contra el miedo», agregó.
Kolesnikova también se dirigió a funcionarios, fuerzas de seguridad y jueces:
– ¡Chicos, esta es la última oportunidad! ¡Pónganse al lado del bien y de la gente! ¡Somos la mayoría! ¡Somos una fuerza!
Por lo demás, la protesta ya era de marca belarusa: los voluntarios organizaron el suministro de agua, los manifestantes no solo recogieron la basura ellos mismos, sino que también hubo voluntarios que cargaron esta basura en sus autos y se la llevaron (¡y parece que incluso la separaron para reciclarla!). Los participantes bromeaban diciendo que la Estela se había quedado más limpia después de la manifestación que antes.
Una columna de miles de participantes recorrió todo el centro, tradicionalmente alto y ruidoso, pasando por el edificio del KGB, donde están detenidos Viktor Babariko, su hijo y muchos otros miembros de su equipo y empleados de Belgazprombank, algunos de los cuales son reconocidos como presos políticos.
Desde la tarde del domingo, han tenido lugar en las regiones marchas pacíficas: la gente ha salido por todas partes, desde los centros regionales hasta los pueblos. En Grodno, por ejemplo, alrededor de 40 mil personas se reunieron en las calles; en Brest, el alcalde se acercó a los manifestantes y trajo consigo a los directores de las fuerzas de seguridad regionales..
La conversación fue muy emotiva — y después de ella, la gente se dirigió al centro de prisión preventiva para exigir la liberación de los detenidos. La mañana en Gomel comenzó con el funeral de Alexander Vikhor, quien murió después de ser detenido en las protestas. Varios cientos de personas acudieron a despedirse de él. Puede ver lo sucedido en las regiones belarusas en las fotos de los periodistas TUT.BY.
¿Estamos reteniendo al país o estamos atormentando a la población?
Los manifestantes en toda Belarús (Bielorrusia) están indignados por la violencia contra los civiles, pero el ministro del interior, Yuri Karaev, ha mostrado una postura muy dura:
«Ya he dicho que lamento lo de los maltratados y asumo la responsabilidad», señaló Karaev. – Como ha dicho aquí [el director del teatro Kupala Pavel Latushko]: ¿Debo renunciar? Y [el poeta Vladimir Nekliaev], ¿qué debo pegarme un tiro? Les daría mucha alegría con esto, desmoralizando a mi personal. Y entonces todo se desmoronará.
– Protegemos a nuestro estado, estos son los edificios [en el área de sede de gobierno] que funcionan para el estado, los departamentos de policía del distrito. Es un símbolo. [Si los manifestantes] toman el Departamento de policía del distrito, perderemos nuestra autoridad, nuestra importancia, nuestro poder. ¿Y quién luchará contra el crimen? Los ciudadanos ya se quejan de las alarmas, del desorden. ¿En qué se ha convertido la mejor República de la antigua Unión Soviética?,- preguntó el ministro.
El ministro del Interior prometió investigar todos los casos de violencia y abuso de autoridad por parte de las fuerzas de seguridad, cuando «todo se calme», y agregó que «la escalada se dio por parte de ambos lados».
– Cuando golpean los tuyos, se pierde la compostura. Esto es muy malo, estoy en contra. No tiene que ser así. Nos ocuparemos de todos los casos. No ahora, sino cuando todo se calme. ¿Ahora tengo que desmoralizar a la policía para complacer a alguien? – Karaev se indignó y destacó que, según su información, a los participantes de las protestas se les paga (y para las mujeres la tasa es el doble).
Pero no todos los que están en el poder y sus alrededores comparten la posición de Karaev sobre la necesaria rigidez de las fuerzas de seguridad.
El embajador de Belarús en Eslovaquia, el ex asistente presidencial Igor Leshchenya habló en apoyo de los ciudadanos que salieron a protestar pacíficamente después de las elecciones presidenciales.
“Como todos los belarusos, estoy impactado por las historias de tortura y golpizas de mis conciudadanos”, dijo el diplomático.
Agregó que cientos de sus compatriotas «sintieron en sí mismos que varios representantes de las fuerzas del orden han restaurado por completo las tradiciones del NKVD (El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de la Unión Soviética.) en la tolerante Belarús europea del siglo XXI ”.
– Me solidarizo con quienes salieron a las calles de las ciudades belarusas con marchas pacíficas para que se escuchara su voz. Como nativo de la ciudad de Zhodino, estoy con ustedes, trabajadores de BELAZ y de la «Planta de forja pesada».
El senador y jefe del colegiado republicano de abogados Viktor Chaichits habló con menos dureza.
– Ayer estuve en la calle Okrestina. Hablé con mucha gente. ¡Lo que vi y escuché me ha dejado conmocionado! Haré todo lo posible para brindar la asistencia legal más valiosa a todas las víctimas de estas acciones ilegales. Me alegro de que casi todos mis colegas estén haciendo lo mismo. Además de protección a los inocentes y reclamaciones para castigar a las personas que cometieron y perpetraron estos crímenes, haré todo lo que esté a mi alcance para construir un diálogo entre las partes del actual conflicto en el país », escribió en Facebook.
La esposa del ex primer ministro de Belarús, Sergei Rumas, publicó en su cuenta una foto con su esposo mirando la estela desde los pisos superiores del edificio del Banco de Desarrollo, afirmando que la vista desde arriba no es menos emocionante que la atmósfera de abajo, que también fue considerada como apoyo, si bien indirecto, a los manifestantes.
Las protestas no nos hicieron olvidar el tema principal de los últimos días: la magnitud de la violencia de la policía antidisturbios y la asistencia a las numerosas víctimas. Y para quienes consideran falsas o exageradas las historias sobre las personas golpeadas y mutiladas (y hubo bastantes en el primer mitin) deben leer la tranquila historia de un médico en un hospital militar de Minsk, donde se encuentra el centro de una herida de bala y donde fueron llevadas las víctimas después de las protestas.