«Lukashenko vive en un país y el pueblo vive en otro»

Hablamos sobre las protestas en Bielorrusia

11 agosto 2020 | Anna Belovolchenko, Zaborona
Source: Zaborona

El 9 de Agosto en Bielorrusia se llevaron a cabo las elecciones presidenciales. Según los datos preliminares de las encuestas a pie de urna en las elecciones ganó el presidente actual del país Alexander Lukashenko, que recibió el 80% de los votos. Esta información causó protestas masivas. En Minsk la policía antidisturbios utilizó contra los manifestantes gas lacrimógeno, granadas aturdidoras y balas de goma. Ahora sabemos que ya hay más de dos mil detenidos. Ha fallecido una persona.

La editora de «Zabarona», Anna Belovolchenko, junto con expertos en Bielorrusia, ha estado averiguando las causas que motivaron a la gente a salir a protestar, a qué consecuencias pueden llevar las protestas y por qué no hay que comparar estas protestas con el Maidan de Ucrania. 

¿Por qué han salido a protestar los bielorrusos?

Alexander Lukashenko lleva gobernando 26 años. Él ha sido el único presidente de Bielorrusia después de que el país dejara de ser parte de la Unión Soviética. Si mantiene su puesto de presidente, es poco probable que en Bielorrusia las cosas mejoren. Por eso han surgido las protestas.

Ahora han coincidido los siguientes factores que han llevado al descontento social:

  1. Ánimo de protesta en las personas opositoras que en general no estaban contentas con las acciones del gobierno.
  2. Factor económico. Después del cierre de las fronteras al principio de la pandemia varias personas perdieron la posibilidad de ganar dinero fuera del país y la situación económica en regiones se complicó. Eso nos comentó la periodista bielorrusa Maria Sadovskaya-Komlach.
  3. Factor epidemiológico. Durante mucho tiempo el gobierno de Bielorrusia y Lukashenko personalmente no reconocieron los peligros del coronavirus. Los hospitales no estaban recibiendo los equipos necesarios para combatir la COVID-19, los médicos no tenían suficientes medios de protección, etc.

Si Lukashenko lleva gobernando 26 años, ¿por que la gente no ha salido a protestar antes?

La gente ha salido a protestar. Según las palabras de Andrei Strizhak, activista y defensor de los derechos humanos, en el país siempre ha habido protestas después de las elecciones presidenciales. La excepción fue el año 1994 cuando Alexander Lukashenko ganó las elecciones legalmente en la segunda vuelta.

El experto dice que las protestas más fuertes ocurrieron en el año 2010. Ese año las autoridades dispersaron a los manifestantes. En total se contaron alrededor de entre 10 mil y 60 mil personas que participaron en estas protestas. A los candidatos presidenciales de esta campaña se los llevaron detenidos. 

En el año 2017 en el país hubo protestas masivas en contra de la «ley de holgazanería» (acorde a esta ley cada desempleado tiene que pagar al gobierno alrededor de 170 euros al año, – nota de «Zabarona»). La gente pidió entonces la renuncia de Lukashenko. En el año 2019 los bielorrusos salieron a las calles para oponerse a la integración de Bielorrusia con Rusia. En este año Alexander Lukashenko y Vladimir Putin acordaron crear un gobierno común, mercados comunitarios de petróleo, gas y energía eléctrica, además de unificar la legislación fiscal.    

Maria Sadovskaya-Komlach explica: a diferencia de otros países, por ejemplo Ucrania, en Bielorrusia no hay precedentes de cambios en el poder a través de protestas. 

Desde el comienzo del gobierno de Lukashenko, los candidatos de oposición venían sufriendo persecuciones, a veces los mataban. Los negocios que apoyaban abiertamente a los candidatos opositores eran llevados a un estado de bancarrota. Los medios de comunicación independientes sufrían cierres. «Zabarona» ha publicado más detalles sobre este tema aquí.

¿En qué se diferencian las protestas de ahora de las protestas anteriores?

Principalmente, ha cambiado la gente que participa en manifestaciones. Maria Sadovskaya-Komlach y Andrei Strizhak dicen: ha crecido una nueva generación que no recuerda las protestas ocurridas hace 10 años.

Además, la gente empezó a salir más fuera del país, ya no depende de la televisión y obtiene información a través de diferentes medios de comunicación. Por eso los ciudadanos pueden comparar y ver en qué se diferencia Bielorrusia de otros países en formas positivas y negativas. 

Según la opinión de Maria Sadovskaya-Komlach, una diferencia más es que ahora a las calles han salido personas de diferentes sectores sociales: de estudiantes a empresarios y funcionarios de empresas estatales. Por contra,  en el año 2006 en contra del presidente en ejercicio protestaban principalmente los jóvenes. 

Lo que también ayudó fue la politización de la gente,  asegura Andrei Strizhak. El activista cree que después de «la ley de holgazanería» y las nulas medidas tomadas en la batalla contra el COVID-19, la gente entendió que la política debe ser del interés de todos.

Desde el punto de vista técnico la diferencia clave la está marcando Internet. Hace cinco años las herramientas de chats no eran tan comunes en el país. A través de este medio se puede traspasar la información de forma inmediata. Actualmente las autoridades están cortando  la conexión, ya es el tercer día sin internet estable en Bielorrusia. También hay cortes en el servicio telefónico. 

Lukashenko dice que las protestas se están coordinando desde otros países. ¿Esto es posible?

El actual presidente bielorruso afirma regularmente que hay agentes extranjeros que tratan de desestabilizar la situación en el país.

«Poco antes de las elecciones, dijo que definitivamente no fue la OTAN quien envió a los «wagnerianos». Y una hora y media después declaró que se estaba librando una guerra híbrida y que los «wagnerianos» podrían haber aparecido en el territorio de Bielorrusia por instrucciones de la Alianza. Recientemente afirmó que los «titiriteros» que dañan al país están en la República Checa. Y luego dijo que los «wagnerianos» venían de Rusia. Y esto a pesar de que actualmente existe una crisis diplomática entre Rusia y la República Checa y no hay operaciones conjuntas contra Bielorrusia. De esta manera, permite que todos vean lo que quieren ver», explica Maria Sadovskaya-Komlach.

Andrei Strizhak está de acuerdo con esta opinión. Él cree que hay un país que interfiere en las elecciones en Bielorrusia: la Bielorrusia en la que Lukashenko no vive.

«Él vive en un país, junto con los funcionarios, la policía, etc., y el resto de la gente, en otro. Y el resto quiere una vida mejor», dice el activista.

Es parecido a la revolución de la dignidad en Ucrania, ¿no?

No del todo. Estos dos eventos son similares en el sentido de que la gente está descontenta con el gobierno actual. Y también son similares los intentos de las fuerzas de seguridad de dispersar a los manifestantes. Sin embargo, Andrei Strizhak y Maria Sadovskaya-Komlach enfatizan que las condiciones previas que llevaron a esto son diferentes.

En Ucrania en 2013 había medios de comunicación independientes, existía la posibilidad de elecciones justas, los tribunales funcionaban. Sí, nada era perfecto, dicen los expertos, pero en Bielorrusia absolutamente todo está bajo el control del gobierno.

¿Qué posibilidades de éxito tienen los manifestantes?

Nadie da previsiones claras por el momento.

La periodista dice que hay varias opciones:

  1. Introducción de un estado de emergencia. Entonces habrá cientos, si no miles, de heridos y detenidos en Bielorrusia. Esto conducirá a la represión del movimiento de protesta y al éxodo masivo de personas del país tan pronto como surja la oportunidad. En este escenario, es probable la persecución de los «disidentes». Además, debido al cierre de las fronteras por el coronavirus, los ciudadanos se verán obligados a quedarse bloqueados en Bielorrusia.
  2. A los cuatro o cinco días de protesta, las autoridades realizarán detenciones masivas y dispersarán a los activistas por la fuerza. Esto es lo que sucedió durante las protestas anteriores.
  3. Las protestas activas se convertirán en protestas más tranquilas pero regulares. Fue similar cuando la moneda se devaluó en 2011. La gente estuvo varios meses saliendo a las calles y aplaudiendo en silencio.
  4. La opción menos probable: Lukashenko aceptará las negociaciones.

«Las autoridades están preparadas para intimidar y responder enérgicamente a los manifestantes. Aunque, como muestra la práctica, a veces el vaso de la paciencia pública se llena incluso con un solo caso de violencia, como fue el caso durante la Revolución Árabe. Sin embargo, el hecho de que en algunos países tales protestas lleven a un cambio de gobierno no significa que suceda lo mismo en todas partes, y en Bielorrusia en particular», agregó Maria Sadovskaya-Komlach.

Andrei Strizhak enfatiza que no importa cuál sea el resultado de estas protestas, el pueblo de Bielorrusia ya no será el mismo que antes. La única pregunta es cuándo será posible cambiar la situación.

Pero si estos mítines no conducen a un cambio de gobierno, es probable que Bielorrusia se acerque aún más a Rusia, ya que solicitará ayuda financiera. Según Maria Sadovskaya-Komlach, no se descartan sanciones de Europa, que automáticamente llevarán a Bielorrusia a una esfera de mayor influencia de Rusia y, posiblemente, China.