«Los jueces basan su avance profesional enlas condenas de cárcel»

Cómo defiendo a los belarusos cuando cualquiera de nosotros se puede convertir en un criminal

8 octubre 2020 | Maryia Meliójina, KYKY
Source: KYKY

«Dentro de unos meses nos cambiaremos de sitio con los que tomaron la decisión ilegal de arrestarnos. Y volveremos a mirarnos unos a otros con los barrotes de por medio». El abogado y miembro del Consejo de Coordinación Mijaíl Kiryliuk ha relatado a KYKY cómo se inventan hoy día las causas penales políticas y se dictan las sentencias sobre ejemplos concretos.

Cómo en Belarús han empezado a juzgar hasta por los salmos

Mijaíl Kiryliuk.
Source: KYKY

Uno de los casos políticos más ilustrativos que conduje fue el proceso administrativo contra Zmítsier Jviedaruk. Se lo llevaron cerca de la Iglesia Roja en Minsk con una Biblia en la mano. Me llamó y me informó de su arresto a las 20:20, después de lo cual fui inmediatamente a la comisaría. No me confirmaron si mi cliente estaba allí: tal vez sí, o tal vez no. Su familia y yo estuvimos hasta la medianoche bajo junto a los muros del departamento de policía, pero no logramos nada.

Antes del juicio sí se me permitió familiarizarme con el caso e incluso tomarle una foto. El protocolo decía que el arresto tuvo lugar a las 20:25, aunque Zmítsier me llamó a las 20:20; todavía tengo registrada la llamada entrante en la memoria de mi teléfono. También decía que Zmítsier había gritado consignas políticas y la palabra «vergüenza».

Zmítsier Khvedaruk.
Source: KYKY

Durante el juicio pregunté al testigo de la acusación en qué idioma gritaba estas consignas mi cliente. Me dijeron: «En una lengua oficial del Estado». Después se dieron cuenta de que los estaba acorralando y empezaron a intentar salir del apuro diciendo que Zmítsier hablaba en dos idiomas a la vez: usaba palabras rusas y belarusas. Eso fue muy gracioso, porque Zmítsier solo habla en belaruso. Sus amigos cercanos, los testigos de la defensa, lo confirmaron. Si Zmítsier hubiera gritado consignas de verdad, lo habría hecho exclusivamente en belaruso.

Entonces la jueza le preguntó a una testigo: «¿Usted gritó consignas también?». La chica, que estaba con Zmítsier junto a la Iglesia, respondió: «Leímos el salmo 22. ¿Eso se puede considerar una consigna?». Y yo vi a Zmítsier por Skype en el juicio. En las manos sostenía la misma Biblia, no se la quitaron en Akréstsina. Al final fue condenado a siete días de arresto administrativo.

La jueza me dijo: «En lo que se refiere a la hora, letrado, yo
la corrijo en los documentos de la sentencia». Para que
ustedes lo entiendan, si el protocolo contenía errores, la
jueza debería o bien haberlo anulado, o haberlo mandado a corregir.

¿Cómo se va a corregir un protocolo policial en la sentencia? El protocolo lo firma un policía, no el juez. Eso significa ignorar completamente las normas del Código Procesal y Ejecutivo de Belarús. También se ignoraron las pruebas y los testimonios de los testigos de la defensa. En base en esto, se puede concluir que hoy los argumentos de la defensa no tienen peso alguno en materia política.

Protesta junto a la Iglesia Roja.
Source: TUT.BY

Y otro detalle importante. El artículo 2.8 del Código Procesal y Ejecutivo dice que el organismo que conduce el proceso administrativo está obligado a garantizar el derecho a una defensa justa. Y si no lo hace, esto es base para cancelar la orden administrativa. Es decir, en el caso de Zmítsier, no se le garantizó su derecho a una defensa justa. A mí, su abogado, no se me permitió acceder ni al departamento policial, ni al centro de detención de Akréstsina. Y solo ya por ese hecho debería haber sido liberado en el mismo juzgado. Pero el tribunal ignoró este artículo del CPE.

Cómo los tribunales  con  «credibilidad política» llevan al país a la anarquía

Llevo 15 años en la profesión. Y estoy convencido de que no solo la profesionalidad es portante para un juez, sino también el sentido de la moral. Una persona en esta posición debe tener un concepto claro del bien y del mal. De lo contrario, corre el riesgo de convertirse en un bastardo corrupto, por mucha profesionalidad que tenga. Y la corrupción en nuestro sistema judicial no son solo sobornos, sino también cargos oficiales. Hoy en día, la gente basa su avance profesional en las sentencias con cárcel.

Perciben los asuntos políticos como un trampolín para el
avance profesional. Lo importante es interpretar
correctamente el estado de ánimo de las autoridades.

No tengo pruebas ni hechos, sino solo conclusiones bastante especulativas.
Imagínense: hay 30 jueces en un tribunal de distrito, que se dividen en tres colegios:
administrativo, civil y penal. La mayoría de los casos políticos siguen estando sujetos al
derecho administrativo. Y esos jueces son, más o menos, diez de los treinta. Solo tres de estos diez aceptan casos políticos. Hoy vemos que estos casos son siempre considerados por las mismas personas. Y todos los demás jueces… Hay una gran variedad de casos, esto no es solo política. La gente sigue comprando coches, apartamentos, herencias, casándose, divorciándose, negociando la custodia de sus hijos, etc. Y cuando en sus manos caen casos que no son políticos, estos jueces actúan de forma más o menos justa.

Las pancartas piden la libertad de los presos políticos y manifestantes
detenidos y cárcel para los culpables [Nota de la traductora: Ángela Espinosa
Ruiz].
Source: TUT.BY

Y aquellos, los ideológicamente confiables, que constantemente toman en
consideración casos políticos, gracias a Dios, hoy ponen sus firmas y nombres bajo las decisiones de los tribunales. Posteriormente, estoy seguro de que todos estos casos se volverán a investigar. Y será mucho más fácil que en el caso de la policía antidisturbios, cuyos rostros se esconden bajo pasamontañas. La única diferencia es que el juez tiene más responsabilidad.

Tomar una decisión falsa a sabiendas es un acto socialmente mucho más peligroso que golpear a alguien con una porra. En primer lugar, es un descrédito de toda la justicia y, en segundo lugar, un paso hacia la anarquía. Tales personas provocan a la gente a realizar acciones más radicales. Hoy en día, muchos ya escriben en las redes sociales, dicen que el Consejo de Coordinación está lleno de fracasados que no hacen nada. Que hay que armarse con hachas y rastrillos e ir a la policía antidisturbios, entonces todo será como tiene que ser. Pero, ¿quién tiene la culpa de estos sentimientos? Ya saben, el linchamiento en Estados Unidos no surgió de la nada.
Cuando el sistema de justicia no responde a un problema, la gente comienza a infligir violencia por sí misma.

Cómo comenzar una causa penal contra el orgullo del baloncesto
belaruso

Yelena Leuchanka (una conocida baloncestista belarusa – Nota de KYKY) se disponía a volar a Turquía para un tratamiento médico; un viaje planeado desde hacía mucho. Quería rehabilitar un trauma en la rodilla para poder jugar bien esta temporada. Y la «pillaron» en el mismo aeropuerto el día que tenía el vuelo. Creo que fue una simple venganza por su postura cívica. Porque podrían haberla llamado por la tarde y haberle dicho: «Yelena, no va a ir usted a ninguna parte, mañana tiene un juicio. Acuda, por favor. De cualquier forma no se le va a permitir salir del país». Pero recorrieron por ella los 42 kilómetros que hay de la ciudad de Minsk al aeropuerto para demostrar su poder.

Source: Yelena Leuchanka’s Instagram page

Sé que a Yelena la habían llamado anteriormente de la policía y le habían dicho: «Yelena, ¿por qué da usted entrevistas en las que dice que la gente sale de Akréstsina sin ropa interior? ¿Por qué deshonra tanto a nuestra policía?». Y también le habían pedido los apellidos de los voluntarios que le habían contado esas cosas. Yelena se negó a decir nada, y después dio otra entrevista en la que dijo: «No nos vamos a quedar callados, vamos a hablar también de todos los Maksim que nos llaman». Se ve que el tal Maksim se ofendió muchísimo, porque recibió más llamadas. Pero su tono cambió. Según decían sus colegas deportistas, Maksim «gritaba como un amante
despechado». En plan, ¿cómo se había atrevido a mencionarlo? Aunque ella no había nombrado apellidos concretos.

Yelena me llamó a las 7:10 desde el aeropuerto y me dijo que había sido detenida y que la iban a llevar al departamento de policía del distrito Liéninski. Inmediatamente escribí al departamento para no se realizara ninguna acción de investigación sin mí como su defensor, y también para que me informaran con anticipación sobre el inicio del juicio. Después de eso, acudí inmediatamente al lugar, pero comenzó la vieja historia: «No
sabemos si ella está aquí o no». Y después ya sí me comunicaron de que Yelena estaba en Akréstsina.

Fui al Centro de aislamiento de delincuentes, pero tampoco
me dejron pasar escudándose en el coronavirus. Pero a los
centros de detención de la calle Valadárskaga y del KGB sí
dejan entrar. ¿Es que solo hay coronavirus en Akréstsina?

Me contestaron: «Esas son nuestras normas». Media hora después, a las 11:40, me llamaron desde el juzgado y me dijeron que viniera a familiarizarme con el caso. También a qué hora deberían empezar el juicio. Esta es la primera vez en mi práctica que me hacen una pregunta así. Dije que a las 12:30, para que me diera tiempo a familiarizarme con el caso. Diez minutos después me llamaron y me dijeron simplemente que el proceso comenzaría a las 12:00. Por supuesto, les di las gracias por notificármelo con anticipación, como había solicitado por escrito esa mañana.

Source: Yelena Leuchanka’s Instagram page

En el tribunal, solo me dieron diez minutos para familiarizarme con el caso, pero no se me permitió fotografiar nada. Tomé notas en un cuaderno, pero había dos casos administrativos combinados en uno: son varias docenas de páginas. Durante el tiempo asignado, logré leer solo un caso, el segundo nada más me dio tiempo a empezarlo. Y entonces viene el juez y me dice: «Vamos a comenzar el proceso. Firme que se ha familiarizado con todos los documentos». Yo me negué. Me respondieron: «No firme si no quiere. Nosotros mismos escribiremos que se ha familiarizado con todo. Tenemos
que empezar la audiencia porque tenemos un horario». Para que lo entiendan, la gente en Akréstsina a veces espera el juicio entre 3 y 5 días. ¿Qué horario?

En esencia, el caso contra Yelena Leuchanka se construyó
sobre dos capturas de pantallas de fotografías. La primera
provenía de la página web del periódico «Pressbol», y la
segunda, de su cuenta de Instagram personal.

Además, las capturas de pantalla no contenían las fotografías enteras, sino cortadas. En una se mostraba una multitud, y en la otra salía Yelena con unos edificios de fondo. Pero, ¿cómo, a partir de estas fotos, se puede sacar una conclusión sobre la participación activa en un evento masivo contra los resultados electorales? Después de todo, la foto era solo de un grupo de personas. También podrían tomarnos una foto saliendo del tribunal y decir que este es un evento masivo contra el aterrizaje estadounidense en la Luna.

Source: Yelena Leuchanka’s Instagram page

Además, en el protocolo se indicaba que Yelena había sido detenida a las 7:20, aunque ella me llamó a las 7:10, tengo la llamada guardada en la memoria del teléfono. Es decir, el protocolo se había redactado erróneamente. También se habían violado las normas del CPE en lo referido al derecho a defensa: no me dejaron pasar a ver a mi cliente ni al departamento policial, ni al centro de detención. Ya solo en base a eso
deberían haber liberado a Yelena inmediatamente. Pero la jueza anunció el final de la audiencia y se retiró a la sala de reuniones.

A Yelena se le dio la sentencia máxima: 15 días de arresto administrativo, ya que tenía infracciones previas de tránsito. Esto supuestamente indicaba que sus acciones podrían representar un peligro para el público. La decisión de la jueza será apelada.

En qué cree un abogado que trabaja bajo condiciones de incumplimiento legal

Hoy, si sales a la calle sin la aprobación del Comité Ejecutivo de la Ciudad de Minsk, esto puede implicar una responsabilidad administrativa. Si además tienes una postura cívica activa, te puede caer un caso penal. Por ahora, esta es la práctica. Es el riesgo que tiene vivir en Belarús. Y este riesgo hay que, simplemente, aceptarlo. Por supuesto, a veces tengo miedo: tengo dos hijos. Pero hay algo que me da más miedo: pasar el resto de mi vida en un campo de concentración. Eso es lo que me da miedo de verdad, y no pasar unos meses en la cárcel.

Los miembros del Consejo de Coordinación Maksim Znak y Maryia Kaliésnikava están detenidos por cargos en virtud del art. 361 del Código Penal de Belarús, que prevé hasta cinco años de prisión. Y todos los miembros del Tribunal Constitucional hoy corren el riesgo de caer también bajo acusaciones por este artículo. Pero estoy seguro de que el imperio de la anarquía terminará mucho más rápido de lo que pasarán esos 5 años.

E incluso si me «encierran» da igual: en unos meses nos cambiaremos de sitio con los que tomaron la decisión ilegal de arrestarnos.

Y volveremos a mirarnos unos a otros con los barrotes de por medio. Pero ellos estarán dentro y, nosotros, fuera. Y aunque yo tengo la posibilidad de irme del país, no voy a hacerlo. Algunos de mis amigos sufrieron la cámara de torturas de Akréstsina entre el 9 y el 11 de agosto. Por eso yo sigo realizando mi labor por motivos personales: por esas personas concretas que experimentaron en sus propias carnes todas las «maravillas» del sistema.