16 septiembre 2020 | Ganna Rynda, Siargéi Kazlowski, Anastasiya Holubieva, BBC
En el contexto de las protestas masivas en Belarús a lo largo de un mes y medio, en el país se crearon decenas de fundaciones de apoyo a los damnificados en los eventos masivos o los que habían perdido el trabajo debido a su postura cívica. Están donando dinero a las mismas empresarios y personas de a pie de diferentes países. ¿Cómo funcionan estas fundaciones cuando las autoridades les dificultan el trabajo constantemente?
El comandante de policía de Belarús Siargéi Kúrachkin presentó su dimisión a finales de agosto de este año.
10 días antes, en Minsk había desaparecido su primo. Varios días después resultó que se encontraba en el Centro de Aislamiento de Detenidos en la calle Okrestina. De allí el hombre salió con grandes hematomas y una costilla fracturada. Los policías le habían detenido cuando él junto con su amigo estaba en la cola en una de las tiendas, explica Siargéi Kúrachkin.
«Estaba impresionado por las circunstancias de lo sucedido. A pesar de que yo mismo soy policía en servicio y tengo ciertos conocimientos del trabajo de investigación operativa, tengo algunos «cables», no pude localizar a mi primo», recuerda el ex policía.
El 21 de agosto Siargéi Kúrachkin grabó un video explicando a sus compatriotas las causas de su cese del servicio y al día siguiente presentó el parte de su dimisión y no fue a trabajar.
«Los órganos del Interior ahora son prácticamente una herramienta en las manos de una sola persona», explica su decisión Siargéi Kúrachkin a la BBC.
Siargéi dice que tuvo suerte de encontrarse en una región «donde desde el 9 de agosto no se habían emitido órdenes delictivas».
«Pero no puedo estar seguro que esta orden no sea emitida hoy o mañana», añade.
Siargéi Kúrachkin había servido en la policía más de 20 años y ahora, según dice, buscará un empleo «más pacífico».
A Siargéi Kúrachkin le despidieron en un plazo de 10 días tras la fecha del parte, con motivación «por ausencia no justificada». Ahora tendrá que pagar al Estado más de 6 mil rublos belarusos (más de 2.300 dólares) como enmienda.
Los policías belarusos, en el caso de su dimisión antes del plazo de vencimiento de su contrato, están obligados a pagar al Estado una indemnización. Y los graduados de la Academia del Ministerio del Interior deben trabajar cinco años en la policía, de lo contrario deberán pagar la totalidad del precio de los estudios.
Siargéi tiene familia, hijos y préstamos. La esposa de Siargéi le apoya en su decisión aunque tuvo que despedirse de su trabajo también.
Tras su despido, Kúrachkin hizo caso a sus amigos y se dirigió a varias fundaciones que ayudan a los despedidos por su civismo. La primera en responder fue la Fundación de Solidaridad (BYSOL), que presta ayuda a las personas que perdieron el trabajo por su desacuerdo con la actitud de las autoridades belarusas. La fundación expidió a Siargéi un subsidio único de 1.500 euros.
Siargéi sigue debiendo al Estado «una indemnización», pero en la Fundación dicen que ahora están elaborando los esquemas de pago de las cuotas para los representantes de las estructuras de seguridad.
El servicio ruso de la BBC realizó una investigación de cómo funciona en Belarús el sistema de ayuda a los damnificados durante las protestas y a los que perdieron el trabajo por desacuerdo con la política del Estado.
Un «tsunami» de donaciones
La gente que ha recibido la ayuda de las fundaciones, así como las fundaciones, no revelan el modo de entrega de tal ayuda. Es una medida de seguridad: en las fundaciones temen que las autoridades del país puedan eliminar el canal de transferencia de los recursos a los damnificados y despedidos.
Y es difícil decir que estos temores sean infundados; esto lo demuestra la historia del empresario belaruso Mikita Mikado. El 13 de agosto, Mikita Mikado, jefe de la compañía PandaDoc, residente de San Francisco, EEUU, se dirigió a los representantes de las fuerzas de seguridad de Belarús llamándolos a «pasarse al lado del bien» y contactar con él para recibir apoyo financiero.
El 2 de septiembre en la oficina PandaDoc de Minsk llegaron los representantes del Departamento de Investigaciones Financieras del Comité de Control Estatal de Belarús. Cuatro jefes de la compañía en Minsk fueron arrestados y contra ellos fue iniciada una causa penal. A continuación las autoridades belarusas bloquearon las cuentas de PandaDoc en el país, por lo que la compañía no puede pagar el sueldo a sus 250 empleados, ni pagar las cuotas a la Seguridad Social, y tampoco puede pagar sus impuestos.
A mediados de septiembre, Mikita Mikado se vio obligado a cerrar el proyecto de ayuda a los despedidos representantes de las fuerzas de seguridad Protect Belarus, pero llamó a todos a recurrir a otros proyectos parecidos.
Mikado también participó en la creación de la fundación BYSOL, pero ésta no era el principal proyecto del empresario. BYSOL continúa su trabajo, como otras fundaciones que ayudan a los belarusos damnificados por su punto de vista.
Mikado había donado a las fundaciones sus propios recursos, no dice qué cantidades. También otros miles de personas están donando a estas fundaciones. «No es una ola, es un tsunami [de donaciones]», comentaba Mikado a la BBC a mediados de agosto.
Los representantes de otras fundaciones belarusas que continúan su trabajo también hablan de un gran volumen de ingresos.
En la historia de la Belarús independiente jamás hubo tantas cantidades de donaciones ni tanta gente que deseara ayudar, comenta en su conversación con la BBC el abogado Alieg Vólchak, que trabaja en el ámbito de la defensa de los derechos humanos desde el año 1998. «Es un fenómeno, jamás había ocurrido algo igual aquí», dice.
La fundadora y jefa de la plataforma «Imena» (Nombres), Yekatsiaryna Siniuk dice que en pocos días tras el inicio de una recaudación de fondos extraordinaria para la ayuda médica a los siniestrados en las protestas masivas en Belarús fue recaudado tanto dinero como el total habitual recaudado en un año por «Imena» para diferentes proyectos caritativos.
«La recaudación duró unos días y la hemos cerrado. Hemos recaudado más de un millón de rublos belarusos (más de 320 mil euros). Esto es más que suficiente ahora [para prestar ayuda a los damnificados]», comenta Yekatsiaryna Siniuk.
La fundación By_help, que realizaba la recaudación de fondos para pagar las multas y prestar ayuda a los detenidos y las víctimas de las protestas pacíficas junto con la fundación BYSOL, en las semanas siguientes al día de la votación recaudó 5 millones de dólares.
Ahora los belarusos que hayan sufrido de cualquier manera durante el período de inestabilidad política pueden contar con la ayuda de varias iniciativas y fundaciones. Entre ellas, por ejemplo, hay fundaciones de ayuda a los deportistas, periodistas y miembros de las comisiones electorales que habían sido perseguidos por su civismo. Algunas fundaciones ayudan a la gente que fue traumatizada físicamente.
También existe el centro de contacto Probono.by que empezó su trabajo el 14 de agosto: si alguien no sabe dónde solicitar ayuda, le asesoraran los voluntarios. Probono.by cuenta con más de 100: cerca de 60 voluntarios del Servicio de Asistencia Telefónica y unas 50 personas responsables de la «coordinación de los procesos in situ».
Probono también cuenta con abogados y sicólogos propios que prestan ayuda como voluntarios y ofrecen consultas a quienes solicitan ayuda.
Durante el día, a la Línea Caliente llama un promedio de 100 personas; los fines de semana, la cantidad crece debido a las nuevas detenciones en las protestas, comenta la coordinadora de Probono.by Yana Gancharova. Ella asegura que es puramente una iniciativa voluntaria.
«Es importante que las personas sientan la ayuda de otros belarusos, entiendan que en caso de necesidad la sociedad les ayudará, que no sólo el Estado puede ser el sujeto que distribuye la ayuda financiera», dice la coordinadora de la Fundación de Solidaridad BYSOL, el defensor de los derechos humanos y voluntario Andréi Stryzhak.
¿Cómo recibir la ayuda?
«Antes esto no ocurría en Belarús, porque todo el mundo pensaba que estaba solo. Y resultó que somos muchos y que hay muchísima gente solidaria», dice el periodista Piotr (no descubrimos su nombre verdadero porque teme tener problemas en el trabajo).
Piotr también está entre la gente que necesita ayuda por parte de las fundaciones caritativas. Hace unas semanas perdió su empleo por su civismo, lo que ocurrió prácticamente en un solo día.
Tras el despido, Piotr se dirigió a varios proyectos, entre ellos BYSOL. «Rellené el formulario en la página web, grabé un video comentando la situación, y los chicos de verdad me ayudaron muy rápido tras verificar los documentos y averiguar los datos», cuenta Piotr.
Con eso, dice, le respondieron varias iniciativas que se esforzaron en prestarle la máxima ayuda posible.
«Es muy importante, no se trata simplemente de dinero. Ya al siguiente día tras la solicitud entiendes que no estás solo, que la gente ayuda sin esperar nada a cambio, dona el dinero sin esperar nada, y ofrece trabajo desinteresadamente», comenta Piotr.
BYSOL entregó a Piotr el salario de tres meses (los estándares 1.500 euros). La fundación, normalmente, paga tres sueldos mensuales promedios. «Nos hemos referido a un sueldo mensual de 500 euros de los cuales habla Lukashenko y que la gente, claro está, no tiene», cuenta a la BBC el coordinador de la fundación Andréi Stryzhak.
Además a Piotr le ofrecieron ayuda para encontrar empleo y, en caso de necesidad, para reciclarse.
«Si alguien quiere ser informático, para esto se necesitan unos tres meses, y para estos tres meses la persona tiene dinero», dice el periodista. Piotr no renuncia a que para él será actual la perspectiva de empezar a trabajar en el ámbito informático debido a la situación en los medios de comunicación belarusos.
«No tengo muchas opciones. Se necesitan personas en el ámbito de las TI, pues me voy allí; se necesitan personas para barrer los patios, pues manos a la obra», dice Piotr.
Para recibir la ayuda a Piotr fue suficiente presentar los documentos de despido del empleo, sus nóminas para verificar el período de trabajar en la compañía y relatar detalladamente sobre las circunstancias de su despido.
A la persona que solicita ayuda, BYSOL suele pedirle presentar los documentos de despido, notas (si las hay) en los medios de comunicación, informes médicos o historial del hospital, si había solicitado la ayuda médica.
Asimismo, la fundación solicita a los solicitantes de ayuda formular su postura cívica y, si es posible, grabar un video, pero su publicación es una condición no obligatoria para recibir la ayuda.
Tras la verificación y aprobación de la solicitud de ayuda, a un despedido por su civismo se le pagan los 1.500 euros.
La misma cantidad reciben las personas que quieren abandonar su trabajo o servicio en protesta contra lo que está ocurriendo. De común son los representantes de las fuerzas de seguridad y funcionarios estatales que deben también pagar al Estado la «indemnización» por su retirada del trabajo antes del vencimiento del contrato.
«En lo que toca a las enmiendas contractuales, nosotros seguramente ayudaremos a pagarlas. Pero existen otros pagos más importantes, como los pagos de las personas que habían estudiado en centros docentes de las fuerzas de seguridad y no tuvieron tiempo de cumplir el plazo de servicio obligatorio. Ellos, al ser despedidos, deben pagar unas cantidades muy altas por sus estudios. Y nosotros consideramos que estas cantidades no tienen que ser pagadas, ya que el nuevo gobierno cancelará estas condiciones tan poco cabales», dice Andréi Stryzhak.
Además, BYSOL otorga recursos directamente a los comités de huelga que, a su vez, los distribuyen entre los trabajadores participantes en las huelgas.
«Nosotros recibimos de los comités de huelga la cantidad de participantes en la huelga, el promedio que pierden por participar en la huelga. Se analiza la nómina del mes anterior y del mes actual. Compensamos a cada persona esta cantidad para que se sienta seguro y pueda continuar su protesta», cuenta Andréi Stryzhak.
A día de 8 de septiembre, a la fundación se habían dirigido 816 personas. 282 solicitudes habían sido aprobadas, y recibieron ayuda hasta ese momento 52 personas. En total se han pagado como ayuda 78 mil euros.
De semejante manera trabajaba también la fundación Protect Belarus de Mikita Mikado. Según los datos del 30 de agosto, Protect Belarus recibió casi 600 solicitudes, 322 de ellas han sido procesadas, 50 aprobadas, 26 pagos recibidos.
Además de la ayuda financiera, BYSOL también está poniendo a punto un sistema que permita a los despedidos recibir una especialización nueva.
«Les ponemos en contacto con los negocios dispuestos a recapacitarlos y contratarls», cuenta Andréi Stryzhak. «Tenemos un sistema de mentores en el que personas de diferentes esferas asesoran a la persona que ha dimitido o sido despedida por su credo político».
«Hay miles de víctimas». Su rehabilitación puede durar muchos años
Los siniestrados y heridos durante la disolución de las protestas pacíficas pueden acudir a los proyectos By_help e «Imena».
By_help ayuda a las víctimas y detenidos a pagar las multas, la asistencia médica y compensará los pagos por los «días» (los detenidos en Belarús deben pagar el precio de su estancia en los centros de detención), y paga también los honorarios del abogado.
Para recibir la ayuda de By_help, la víctima o sus familiares deben rellenar un formulario en la página web. Como prueba en el proyecto se aceptan tanto los informes médicos sobre los traumas, tanto pruebas de cualquier otra índole (fotos/vídeos de los traumas, etc.), que permitan verificar el trauma.
«Muchos vienen con un informe médico, pensábamos que habrá menos. Muchos traen fotos y videos», cuenta el coordinador de By_help Aliaksiéi Liavónchyk.
Para el día de 14 de septiembre, la fundación había pagado 785.948 rublos belarusos (302.660 dólares) como ayuda. Este dinero se ha dirigido a pagar 302 multas, 148 pagos por asistencia médica, honorarios de los abogados (siete casos), pagos por estancias en los centros de detención (36 casos).
By_help fue una de las primeras fundaciones que iniciaron la recaudación de fondos para ayudar a las víctimas y multados durante las protestas pacíficas.
El proyecto apareció en la primavera del año 2017, cuando los activistas iniciaron la recaudación de fondos para los participantes de la «Marcha de los no-parásitos», protesta pacífica contra el impuesto sobre los desempleados en Belarús. Entonces, para el pago de multas y ayuda a los damnificados By_help recaudó la cantidad récord para un fundraiser nacional de 55 mil dólares.
«Ahora hemos alcanzado los 55 mil dólares en tan solo dos horas, directamente después de las elecciones. Ahora contamos con aproximadamente 3 millones de euros. Esto si tomamos en cuenta sólo Facebook y PayPal. Existen otros fundraisers, otras recaudaciones, así que se trata de más de tres millones», dice el coordinador de By_help Aliaksiéi Liavónchyk.
A los siniestrados que necesitan asistencia médica, tratamiento a largo plazo y rehabilitación les ayudan en el proyecto caritativo «Imena». «Imena» destaca que ayudan a la gente independientemente de su credo político. Como comentan en la fundación, entre los que acuden a por ayuda hay mucha gente que no participaba en las protestas, simplemente «participó en el reparto».
«Imena» lleva trabajando en Belarús cinco años. La plataforma recauda fondos para diferentes proyectos caritativos: ayuda a las personas sin hogar, terapia de las personas con VIH, para el servicio móvil del Hospicio Infantil belaruso y muchos otros.
La recaudación de dinero para los heridos y damnificados fue lanzada por «Imena» inmediatamente tras las primeras detenciones masivas y disoluciones de las protestas pacíficas. En pocos días el proyecto recaudó más de un millón de rublos belarusos. En «Imena» consideraron que era suficiente y finalizaron la recaudación. Como resultó, muchos centros médicos están dispuestos a ayudar a las víctimas gratis.
«De momento no tenemos la necesidad de gastar el dinero recaudado. Seguramente lo utilizaremos en el futuro para rehabilitaciones a largo plazo», comenta Yekatsiaryna Siniuk.
En «Imena» decidieron prestar atención especial en aquellas personas que necesitan una rehabilitación y tratamiento duradero.
«Hay muchas víctimas, miles. Es una tragedia que ha afectado a gente en toda Belarús. Incluso no sé cuánto tiempo se necesitará para encontrarlos a todos. De momento trabajamos con una parte de ellos, pero entendemos que hay muchísimos más», cuenta Yekatsiaryna Siniuk.
Para recibir la ayuda es necesario rellenar un formulario especial adjuntando los documentos correspondientes.
A cada víctima que acude al centro a pedir ayuda se le asigna un coordinador que le asesora en todas las etapas de su tratamiento y le ayuda a orientarse en la situación, encontrar los medicamentos o solicitar cita en el médico.
A inicios de septiembre «Imena» seguía recibiendo solicitudes de los traumatizados durante las protestas del entre el 9 y el 12 de agosto.
«Muchos de ellos siguen en los hospitales y son sus familiares o amigos quien presentan la solicitud. En general ahora todos están en tratamiento, pero en el futuro les espera una rehabilitación que llevará meses e, incluso, años», dice Yekatsiaryna Siniuk.
Dificultades de transferencia
Ni las personas que reciben la ayuda, ni las mismas fundaciones revelan los métodos de entrega del dinero, y no suelen decir si es ingresado a las cuentas bancarias o entregado en metálico.
Esto es debido a que las autoridades de Belarús consideran ilegal el trabajo de las fundaciones no registradas en el territorio nacional que prestan ayuda a los damnificados.
El 9 de septiembre, el Ministerio de Justicia de Belarús anunció que las actividades de las fundaciones que realizan la recaudación de los fondos para las víctimas, multados y despedidos «está fuera del campo legal» ya que, de acuerdo con la legislación vigente de Belarús, estas fundaciones deben seguir el procedimiento de registro estatal obligatorio.
Además, el Ministerio de Justicia de Belarús afirma que «la ausencia de mecanismos de transparencia y control puede favorecer al enriquecimiento ilegal de las personas que tienen acceso directo a la recaudación y distribución de los recursos recaudados».
Mikita Mikado contó a la BBC que «es muy difícil» a enviar ayuda financiera a las personas en Belarús. «En 26 años el régimen estaba creando un sistema que no permite la ayuda financiera desde el extranjero. Y la ayuda financiera dentro del país es razón de una causa criminal. Es un importante problema más que tenemos que solucionar», dice Mikado.
Las personas que han recibido la ayuda en su mayoría prefieren no hablar de ello. A menudo, la persona se siente simplemente incómoda por haber recibido la ayuda mientras que sus compañeros todavía no. También porque sobre la cantidad de la ayuda (si supera 7.003 rublos belarusos, con el curso actual, aproximadamente 2.300 euros), tendrá que pagar un impuesto registrando la donación en la agencia tributaria.
Los trabajadores que han recibido los 1.500 euros también tendrán que presentarse ante la hacienda, por ejemplo, si a esta cantidad se suman regalos u otras transferencias.
Es un gran problema recibir ayuda desde el extranjero. En Belarús está regulada por el Decreto del Presidente «Sobre los donativos desde el extranjero» y debe ser ingresada al país a través del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Dirección de Asuntos del Presidente, única entidad que tiene derecho en exclusiva a su distribución.
Pero el departamento puede redistribuir las cantidades de las donaciones y sus destinatarios si considera que tal donación es inoportuna.
Nueva clase media y sociedad cívica
«La ayuda financiera de las fundaciones creadas llega a sus destinatarios bastante rápido», afirma Vólchek. «Los belarusos damnificados reciben la ayuda gracias a los mecanismos desarrollados por los informáticos, dice. Los detalles de estos mecanismos se mantienen en secreto».
Antes, uno de los fundadores de BYSOL, Yaraslaw Lijacheuski, había comentado a ForkLog que en la protesta puede desempeñar un papel importante la criptomoneda. «Las autoridades constantemente cortan el ingreso de las cuentas extranjeras, realizan registros en las fronteras para no permitir entrar la moneda extranjera. Por esto decidimos utilizar el bitcoin como transporte», comenta Yaraslaw Lijacheuski.
Muchas fundaciones están recaudando fondos en criptomoneda, por ejemplo, Heroes of Belarus, recibe las donaciones sólo en criptomoneda, pero no está claro cómo las distribuyen.
A la pregunta sobre los mecanismos de transferencia de fondos Andréi Stryzhak contesta de una manera muy genérica.
«Es un mecanismo de entrega de fondos bastante complicado. El gobierno belaruso hace todo lo posible para cortar los flujos financieros. Pero nuestras posibilidades son un poco mayores que las suyas, porque de nuestro lado están la creatividad y la capacidad de buscar enfoques originales», dice Andréi Stryzhak, «teniendo en cuenta que con las fundaciones está el sector TI belaruso».
Según Andréi Stryzhak, el éxito de BYSOL y otras fundaciones puede ser explicado por la combinación de «las partes fuertes de la sociedad cívica y el sector TI».
De hecho los representantes de la esfera de las TI sin la verdadera clase media de Belarús creciente de año en año. Esta esfera representa un 6,5% del en el PIB de Belarús, y las altas tecnologías garantizan cerca del 50% del crecimiento del PIB nacional. El sueldo promedio de un informático es no menos del doble del sueldo promedio en el país, los condicionales 500 euros. En Minsk viven más de 60 mil empleados de las compañías de altas tecnologías. Ellos son desde hace muchos años los principales donantes para diferentes iniciativas caritativas.
Ahora ellos apoyan activamente las fundaciones caritativas y no sólo con su dinero.
«Los informáticos, que antes en diferentes campañas habían sido simplemente nuestros donantes para diferentes proyectos, transferían dinero, se suscribían, ahora se interesan en cómo fundar su propia organización caritativa. Es decir, que se dan cuenta que ahora es más importante ayudar no sólo y no tanto con dinero, todavía no hay muchas fundaciones e iniciativas, y ahora es necesario crearlas con sus propias manos. Es un signo muy bueno de que las personas quieren ser más responsables unas ante otras», dice Yekatsiaryna Siniuk.
No sólo la diaspora belarusa
Alexander Lukashenko varias veces había declarado que las protestas en Belarús son finaciadas y dirigidas desde el extranjero. Mikita Mikado le contesta que las protestas son financiadas por el propio pueblo belaruso, son personas quienes dona a las fundaciones, no estados extranjeros.
«No hay un solo oligarca que en Facebook pulse el botón de 10 dólares 10 mil veces. Es una fundación del pueblo. Cada persona dona 5 o 10 dólares porque sabe que nadie más va a ayudar», añade el empresario.
«La geografía (de las donaciones) es muy amplia. Sobre todo hay que notar, gracias a que el fundraiser de Facebook acepta las transferencias de las tarjetas prácticamente de cualquier banco del mundo, hay posibilidad de recibir el dinero incluso de las tarjetas de los bancos belarusos. Digo «incluso» porque las autoridades belarusas hacen todo lo posible para cortar estos flujos de ayuda», dice Andréi Stryzhak.
«Hay extranjeros [entre donantes], pero no más del 10%», explica el coordinador de By_help Aliaksiéi Liavónchyk.
Según Andréi Stryzhak, desde Rusia ha llegado una cantidad casi igual a las donaciones de los países de Europa Occidental y EEUU.
Su papel en la captación de fondos de Rusia lo ha tenido el político Andréi Navalny quien, antes de su envenenamiento apoyó las dos recaudaciones, By_help y BYSOL, está seguro Andréi Stryzhak.
Entre el 9 y el 12 de agosto las donaciones a la fundación llegaban sobre todo desde el extranjero, mejor dicho, de la diáspora belarusa en el extranjero, dice Aliaksiéi Liavónchyk.
«La diáspora belarusa por todo el mundo se ha unido y trabaja junta para cambiar el poder. Según nuestros cálculos, durante todo el período de la independencia cerca de un millón de belarusos habían abandonado el país, y son personas talentosas, activas y ya ricas. Son los que ahora ayudan de manera muy activa», dice Andréi Stryzhak.
Aliaksiéi Liavónchyk dice que hoy no ve mucha diferencia entre las donaciones de la diáspora y desde Belarús, tanto en la cantidad de los donantes, como en las cantidades donadas.
El coordinador de By_help dice que, en general, la organización de la ayuda en Belarús ahora prácticamente es igual a la de otros países con una sociedad cívica desarrollada y pone como ejemplo la organización de las tiendas de coches en Belarús que decidieron prestar ayuda gratis en la reparación de los coches siniestrados durante las protestas pacíficas.
«Antes del año 2020 tenía sensación que podríamos contar sólo con la diáspora. Pero el día 9 (de agosto) se puso en evidencia que Belarús cuenta con una sociedad cívica. Se ha realizado una autoorganización sorprendente. Tenía cerca de 800 solicitudes a voluntarios para By_help», comenta Aliaksiéi Liavónchyk. «Parece que en unos cinco años en Belarús en silencio, a la guerrilla, se estaba formando una sociedad cívica».