Minsk molido a golpes

Cómo los policías han mutilado a los protestantes, investigación de «Mediazona»

13 octubre 2020, 14:30 | Maksim Litavryn, David Frenkiel, Yagor Skavaradá, Anastasiya Boika, Mediazona

Durante las protestas en agosto y septiembre de 2020, no menos de 1.376 personas han sufrido diferentes lesiones debido a la actitud de las fuerzas de seguridad en Minsk. Una de cada tres personas recibió traumas de gravedad media y lesiones graves. Más de 600 personas fueron golpeadas no durante los mítines, sino tras su detención en los departamentos policiales y en el centro de aislamiento de la calle Akréstsina. Se conoce de no menos de tres casos de violación; uno de los violados es un menor. «Mediazona» ha tenido acceso a todos estos datos tras el estudio de los documentos entregados por una fuente procedente del Comité de investigación.

Los órganos estatales no han publicado la estadística de los siniestrados durante las protestas, pero los empleados de las fuerzas de seguridad han estado recopilando esta información. Con la redacción de «Mediazona» se ha puesto en contacto una fuente anónima que le entregó un archivo con los materiales del Comité de investigación sobre los traumas de los manifestantes en Minsk. El archivo contiene varias tablas con información resumida de cada caso y materiales de inspección de las comunicaciones sobre las torturas. Para sacar una estadística general hemos unificado y analizado estos datos.

Para más comodidad les aconsejamos leer el material en un ordenador.

Por qué confiamos en la fuente anónima 

Uno de los documentos en el archivo ya era conocido anteriormente por «Mediazona». Se trata de una tabla sobre los traumas provocados por armas antidisturbios, es decir, granadas aturdidoras, balas de goma y gas lacrimógeno. La habíamos recibido antes de otra fuente anónima.

Algunos apuntes contienen el nombre del hospital donde había sido trasladado el siniestrado. Hemos mostrado estos datos a fuentes en el Hospital Clínico Metropolitano Nº10 y el Hospital de Urgencias. En el Hospital de Urgencias toda la lista de los pacientes ha coincidido con los datos recibidos, mientras que en el Hospital Clínico Metropolitano 10 nos comunicaron que solo dos personas de la lista no fueron atendidas en el mismo.

Sobre muchos casos graves relacionados con traumas oculares, amputaciones traumáticas, coma y muerte del manifestante los periodistas habían hablado antes, incluyendo a «Mediazona». La descripción de estos casos coincide con los datos sobre estas personas presentes en las tablas.

Hemos verificado los datos sobre los maltratados en Akréstsina con las listas de detenidos que han ido reuniendo los empleados del Centro de defensa de derechos humanos «Viasná».

Además de eso, «Mediazona» mostró los documentos a una fuente en uno de los departamentos centrales del Comité de investigación, que ha confirmado la veracidad de las tablas y materiales.

Cómo hemos analizado los traumas

En los materiales del Comité de investigación se registran los diagnósticos médicos de los manifestantes. De la mayoría de ellos se puede deducir qué parte del cuerpo había sido herida. Hemos visualizado las traumas en la silueta de cada uno de los 1.376 siniestrados.

Hemos confirmado heridas de pulmón (1), de gravedad media (2) y grave (3). Si dicha parte del cuerpo no había sido afectada, aplicamos 0 puntos. Además, hemos analizado los traumas según el modo de recepción de los mismos: torturas, balas de goma, granadas aturdidoras o gas.

Se han identificado como traumas leves los hematomas, contusiones y quemaduras leves; como traumas de gravedad media, las heridas lacerantes, traumatismos craneoencefálicos y daños asociados; como traumas graves, las heridas penetrantes por arma de fuego, traumas de los órganos internos, fracturas y amputaciones traumáticas.

Los policías apuntaban a los órganos vitales

Más que ningún otro grupo demográfico han sufrido en los mítines los jóvenes de sexo masculino. La edad media de los lesionados es 31 años. Los traumas graves son los provocados por las armas antidisturbios: balas de goma y granadas aturdidoras.

Mapa de traumas de los manifestantes

De las heridas por balas de goma (40 casos) consta que durante la disolución de las protestas los policías apuntaban a la cabeza, tórax y abdomen, estos disparos son los que habrían provocado las lesiones más graves. Por un disparo en el tórax el 10 de agosto había muerto Aliaksandr Taraikowski, de 34 años, que se dirigía hacia la fila de los soldados del destacamento «Alfa» [destacamento antiterrorista del KGB de Belarús, comentario de la traductora Adelaida Kuzniatsova] junto al metro «Púshkinskaya» con las manos alzadas.

Otro participante de protestas, un hombre de 37 años, recibió un disparo en la parte derecha del tórax y una lesión del pulmón: los médicos le diagnosticaron «neumotórax abierto». Estuvo en coma tres días. Un protestante de 24 años recibió otro disparo en el abdomen, lo que provocó una eventración del intestino delgado.

¿De dónde tiene el Comité de investigación los datos sobre los siniestrados y cuántas personas habían sufrido traumas?

Es difícil determinar la cantidad total de siniestrados en los mítines. Nosotros disponemos sólo de los datos relacionados con Minsk y en el Centro de aislamiento de detenidos en la ciudad de Zhódzina, aunque hubo violencia también en otras ciudades. Además, el Comité de investigación dispone de información sólo sobre los casos en los que el manifestante fue ingresado en el hospital o solicitó ayuda médica, o bien si decidió presentar una denuncia contra la actitud de las fuerzas de seguridad.

La fuente de «Mediazona» en el Hospital Clínico Metropolitano №10, donde llevaron a heridos durante las protestas, explica que los médicos dan parte a la policía sobre todos casos de traumatismo semejantes, ya que es una de las responsabilidades de los registradores médicos. Lo mismo dice uno de los empleados del servicio de urgencias de Minsk: «En las fichas de las llamadas con un diagnóstico como un traumatismo craneoencefálico, dislocación, fracturas y etc, se indica el origen de dicho trauma, e indicábamos en todos los casos «criminal» y anotábamos que, según el paciente, el trauma fue causado por un policía, policía antidisturbios, agente de Tráfico». Según dice nuestro interlocutor, la información es transferida a la policía de modo automático, tras lo cual a los médicos les llaman para declarar.

Los demás manifestantes podrían haber recibido traumas que no necesitaran un tratamiento o acudir a los voluntarios médicos y no presentar denuncia al Comité de investigación. Se conocen casos en que la denuncia contra un policía acabó resultando en una causa penal contra la víctima; esto provoca que la gente se esconda, abandone el país y no se ponga en contacto con las fuerzas de seguridad.

Los disparos con balas de goma en la cabeza provocaron traumas craneoencefálicos y fracturas de los huesos faciales. Así, tras un tiroteo, un manifestante de 41 años fue ingresado en el hospital con los diagnósticos «traumatismo craneoencefálico cerrado, conmoción cerebral, múltiples heridas por arma de fuego en la zona de la mandíbula a la derecha». También tuvo lesiones en el tórax, en el abdomen y en la parte izquierda de la cadera. A un manifestante de 29 años una bala de goma le rompió el seno maxilar, y además tuvo una fractura de la nariz con dislocación de esquirlas. Otro manifestante sufrió un disparo en el ojo y recibió una contusión grave.

Las granadas aturdidoras mutilaban a los manifestantes

Las granadas aturdidoras que fueron usadas en gran volumen los primeros días de las protestas, cuando caían entre la muchedumbre, explotaban a nivel de las caderas e inferior, pero las heridas lacerantes de la metralla se dieron por todo el cuerpo y la onda expansiva provocó contusiones y traumatismos craneoencefálicos. Estas explosiones provocaron lesiones no menos graves que las balas de goma.

La explosión arrancó a uno de los siniestrados, un hombre de 31 años, la planta del pie derecho. Otros dos sufrieron una fractura conminuta del dedo en la mano izquierda y de la planta izquierda, una fractura conminuta de la fíbula con dislocación de esquirlas. Tras la explosión de una granada, un hombre de 33 años sufrió una fractura de apófisis transversal de la vértebra lumbar.

Otro siniestrado recibió heridas de metralla en el tórax, lo que habría afectado al neumotórax.

La mayoría de los siniestrados por las armas antidisturbios, dada la gravedad de sus lesiones, fue ingresada en los hospitales directamente de las calles, evitando los departamentos policiales y los centros de aislamiento. A los pacientes más graves los enviaban al hospital militar; los menos graves fueron distribuidos entre los hospitales clínicos metropolitanos y el hospital de urgencias.

«Nos encontrábamos con traumas asociados. Se trata siempre de traumatismos craneoencefálicos cerrados y diferentes combinaciones: fractura de costillas, fractura de huesos de las extremidades superiores e inferiores y de la zona de la cintura o fracturas de partes de extremidades. Los hematomas, heridas contusiones, y arañazos dejamos de codificarlos y simplemente empezamos a describir su aspecto», cuenta a «Mediazona» un interlocutor del servicio de urgencias.

La mayoría de los pacientes fueron personas hostigadas después de su detención, no durante los enfrentamientos en las calles

Más de la mitad de los siniestrados recibieron los traumas en los furgones policiales, en los departamentos de policía y en los centros de aislamiento de detenidos en la calle Akréstsina de Minsk y en la ciudad de Zhódzina, es decir, en situaciones cuando no se resistían y no presentaban ningún riesgo para los policías. Muchos sufrieron palizas repetidamente: al ser detenidos, después en el furgón policial o en el departamento del Interior y, finalmente, en prisión. En algunos casos las torturas duraron varios días.

A los detenidos les pegaban deliberadamente en la cabeza y las nalgas

Después de los apaleamientos en Akréstsina y en los departamentos policiales, los detenidos salían con traumatismos craneoencefálicos y hematomas en la espalda, cintura, paletillas, nalgas y caderas. Casi 200 personas sufrieron traumatismos craneoencefálicos y conmoción cerebral. Es probable que a los detenidos los colocaran en el suelo boca abajo o los pusieran de pie de cara a la pared y les pegaran con las porras. El 11 de octubre, el canal de Telegram NEXTA publicó un video en el cual a los detenidos en el Centro de aislamiento de detenidos les hacían pasar entre filas de policías que les golpeaban repetidamente.

Tras las palizas en los departamentos policiales y en Akréstsina, más de 25 personas acudieron a los hospitales con fracturas y traumas graves. Un joven de 21 años acabó con una fisura del bronquio izquierdo principal y neumomediastino. A otro joven de la misma edad le rompieron dos costillas; además, todo su cuerpo presentaba hematomas: tenía cardenales y contusiones en el tórax, la espalda, las caderas, las rodillas, los hombros y la mano izquierda.

Hay traumas relacionados con violencia sexual

Tres detenidos recibieron en Akréstsina o en el furgón policial durante su traslado hacia allí traumas por violencia sexual. Un hombre de 31 años fue ingresado con hemorragias intramucosas del intestino grueso; otro, de 29 años, con fisura anal y hemorragia. La tercera víctima es un adolescente de 17 años: además de otros traumas, le fueron diagnosticadas lesiones de la mucosa del intestino grueso.

La máxima violencia en las calles se registró el 10 de agosto. Después, a los detenidos les dieron palizas, por lo general, en en el Centro de aislamiento de detenidos y en los departamentos policiales

La más cruel disolución de las protestas fue el 10 de agosto: en las calles, sin tener en cuenta los apaleamientos en los departamentos policiales y en Akréstsina, fueron heridas no menos de 291 personas. El mismo día se registraron las detenciones más numerosas: a los departamentos de policía fueron llevadas más de 3 mil personas. Tras el 10 de agosto, los policías, en general, golpeaban una y otra vez a los que ya habían sido detenidos o estaban arrestados: los puntos en Akréstsina y en los departamentos policiales de Minsk se ven muy bien en el mapa.

Los siguientes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad ocurrieron el 13 de septiembre durante la marcha hacia la urbanización gubernamental en Drazdy [barrio de Minsk]: por primera vez en un mes se registraron más de veinte casos de violencia. Y esta no es la fecha final de estos casos.

Hematomas en el mapa de Minsk

Los policías propinaban palizas indiscriminadamente: entre los siniestrados hay también mujeres y adolescentes

La violencia por parte de las fuerzas de seguridad ha sido masiva y poco selectiva: no se intentaba suprimir a un grupo de gente que se considerara una amenaza, sino que se golpeaba a todo el mundo. Solo hay una parte no significativa de personas ebrias entre los siniestrados: menos del 2%, a pesar de lo que dice la propaganda estatal. En los datos no aparece ningún caso de intoxicación por drogas.

Asimismo, entre las víctimas hay 24 adolescentes. Les pegaban con la misma fuerza que a los adultos: entre los traumas de estos adolescentes hay conmoción cerebral, contusiones y hematomas. A Timur M. de 17 años le pegaron hasta un el estado en el cual necesitó un coma inducido.

Entre las víctimas hay 57 mujeres. La mayor entre ellas tiene 72 años de edad: el 12 de agosto los policías la golpearon junto a la prisión de la calle Valadárskaga y le rompieron un hueso. Se torturó a las mujeres también después de su detención, y la gravedad de sus traumas evidencia que los agentes no tenían piedad con ellas y les pegaban con la misma fuerza que a los hombres. Tampoco podemos decir que a las mujeres las detuvieran con menos frecuencia: en los primeros días de protestas simplemente ellas salían a las calles menos, las marchas femeninas y las cadenas de solidaridad empezaron a celebrarse ya después de las detenciones en masa.

Hasta hoy no se conoce ninguna causa penal incoada por la actitud de los policías durante las protestas. La Fiscalía de Minsk se niega a comunicar si hay casos abiertos sobre las torturas en la prisión de Akréstsina: los datos que se dan sobre ellos son «información confidencial».

El 11 de octubre las fuerzas de seguridad volvieron a recurrir a las disoluciones crueles y apaleamientos de los manifestantes, y el vice-ministro del Interior declaró que la policía estaba dispuesta a utilizar sus armas de combate.

Redactor: Dzmitry Treschanin

Texto: Maksim Litavryn, Anastasiya Boika

Infografías: David Frenkiel, Mikita Shuláyev

Ilustradora: Maryia Talstova

Análisis de datos: Yagor Skavaradá, Maksim Litavryn, Anastasiya Boika, David Frenkiel, Dzmitry Treshchanín, Anastasiya Porýseva, Jatima Mutáyeva, Viktóryia Rozhýtsyna, Mijaíl Liébiadziew