El monólogo de un ciudadano de Minsk liberado porque «el juez no tenía tiempo»
11 agosto 2020, 15:57 | Aliaksandr Baradzikhin, MediaZona
Yuri Meleshkevich, de 37 años de edad, miembro del partido de centroderecha FBP (Frente Belaruso Popular) fue detenido por la policía antidisturbios (OMON) en el centro de Minsk el 7 de agosto durante la intervención de un rally en bicicleta de la oposición. De acuerdo con el informe policial, estaba protestando en bicicleta, pese a que ni siquiera tenía una bicicleta. Meleshkevich, junto con otros 80 detenidos, fue llevado al centro de detención de la ciudad de Zhodino y liberado ayer simplemente porque los jueces no tenían tiempo de comprobar su historial. «Mediazona» ha grabado el monólogo de Meleshkevich sobre su detención, su transporte en un vehículo policial abarrotado y su liberación de Zhodino.
El viernes – sabía que habría protestas de motoristas en la ciudad – estaba caminando por la calle. Estaba viendo lo que pasaba, pero no fui partícipe. Fui testigo del paso de los ciclistas, una protesta que se organizó en víspera de las elecciones. Estaba siguiendo al grupo, pero ellos se movían mucho más rápido. En cierto momento llegué al lugar del enfrentamiento con la policía de la [unidad especial] de tráfico «Strela» (en ruso, ‘flecha’ – nota del traductor). Fue en la zona de [la Plaza de] Yakub Kolas, por el lado del edificio de la filarmónica [en la avenida de la Independencia].
Había dos vehículos de la «Strela» deteniendo a algunos de los ciclistas, aunque algunos consiguieron escapar por los jardines y aparcamientos. Cuando pasaba por allí, se me acercaron las fuerzas especiales en su coche, salieron policías tanto de uniforme como de paisano. También llegó un autobús de las fuerzas especiales y de él salieron tropas internas con uniformes verdes. Pasé por delante de ellos, y seguí caminando unos 20 metros hasta el cruce para hacer una fotografía: me giré y saqué dos fotos cómo detenían a la gente, cómo les cortaban el paso, cómo se caían las bicicletas, la gente, era un caos. Cuando estaba haciendo las fotografías, dos antidisturbios se dieron cuenta, se dieron la vuelta y se me acercaron en silencio. Solo cuando llegaron empezaron a gritar: «¿Qué estás fotografiando? ¡Estás detenido!»
Me torcieron los brazos y me arrojaron al autobús, donde intentaron inspeccionar mis pertenencias personales, a lo que les dije que no tenían derecho a registrarme hasta que me comunicaran el motivo de la detención y el motivo del registro. Me tiraron al asiento trasero del vehículo y luego simplemente nos fuimos por la avenida: cortaban el paso a los ciclistas, se les echaban encima y tiraban de ellos. Éramos cinco: una mujer y cuatro hombres. Un hombre resultó herido durante la caída: se cayó y se golpeó contra el asfalto. Le estaba ayudando, le di unas toallitas húmedas para limpiarse la sangre – se había lastimado los codos, tenía una abrasión en el área de la sien, se sentía mal. Como resultado, fue enviado al hospital, porque después de unas horas en la oficina de policía comenzó a perder el conocimiento y se encontraba en mal estado.
Me llevaron a la comisaría de policía del distrito Leninski, donde los agentes presentaron un informe según el cual yo andaba en bicicleta. Entonces exigí que me devolvieran «mi bicicleta» si la estaba usando como se indica en el informe; nota: no tengo bicicleta y no utilizo ningún servicio de pago. Afirmaron que yo había participado en la manifestación de los ciclistas y no había cumplido con los requisitos legales de la policía, aunque esto no era del todo cierto: no me resistí y me dirigí al bus.
Todos los participantes recibieron dos denuncias, todos perdieron sus bicicletas, se los llevaron sin las bicicletas. Había cuatro personas más en la celda de la prisión, uno los llamados asadores: había unos muchachos que fueron detenidos en el parque durante una barbacoa. Se llevaron a los parrilleros, a los ciclistas, a todos los detenidos con banderas a Zhodino. A un tipo llamado Artiom Dobrokhotov le dieron ayer una sentencia de seis días por pasear con una bandera por la avenida; los parrilleros fueron puestos en libertad.
En total, éramos unos 80; se enviaron cuatro o cinco camionetas de la policía a Zhodino. Las condiciones en vehículo policial no eran muy buenas, por supuesto. Estuvimos tres horas casi sin poder respirar: yo estaba sentado en una «vaina» (una especie de celda pequeña – nota del traductor) privado de todo, cuatro personas se asfixiaban en una caja de metal, y que las metieron entre rejas. Esperamos tres horas para que nos registraran a todos formalmente. Era domingo por la mañana.
El lunes por la mañana nos dijeron que habría juicios, y en sobre las dos o las tres de la tarde empezaron a llevarse a gente a estos juicios. Los jueces vinieron directamente [al centro de detención] y examinaron los casos allí. Intentaron investigar el historial de todos: el último juicio tuvo lugar a las 19:45, duró unos 20 minutos, era de Artiom Dobrokhotov. Me quedé en una celda con él, éramos cuatro: yo, Artiom, uno de los parrilleros y un participante del paseo en bicicleta. Simplemente no tuvieron tiempo de condenarnos, ya que los jueces se fueron. Al final resultó que tres personas en total no fueron condenadas en Zhodino debido a la falta de tiempo. Los que fueron condenados a prisión, fueron devueltos a las celdas: se les dio una sentencia y una citación, a otro una citación y una multa, y principalmente fueron devueltos a las celdas.
Incluso registraron los apartamentos de dos personas: Denis Malko y Roman Kozlovski. Malko estaba en su apartamento, así que solo hicieron fotos. Registraron la casa de Kozlovski, se llevaron su equipo técnico, teléfono y ordenador portátil por la organización de disturbios masivos. Era absurdo: viendo a estas personas es evidente que están muy lejos de participar, o más aún, de organizar disturbios, son personas absolutamente aleatorias que no participaron en proceso político alguno.
Tengo dos registros policiales en mi poder, un inventario de mis propiedades y una explicación que di; la bicicleta no se menciona en el inventario de mis propiedades. A los otros ciclistas les dijeron que sus vehículos fueron llevados a un estacionamiento, pero nadie sabía nada.
Cuando salimos de Zhodino, ya eran más de las 2 de la madrugada. Nos recibió la gente que vino por [un prisionero de apellido Markelov que fue liberado en ese momento], y nos llevaron a Minsk, y después de eso llegué a casa por mi cuenta.